Son los únicos ejemplos conocidos de mitología germana pagana preservados en este idioma.
Cada encantamiento está dividido en dos partes: un preámbulo, que cuenta la historia de un evento mitológico, y el hechizo real en la forma de una analogía mágica ("al igual que lo era antes [...] así será también ahora...").
Entre las tribus germánicas anteriores a la escritura, los encantamientos tenían la función "de hacer utilizable, a través de palabras vinculantes, los poderes mágicos que la gente deseaba que les sirvieran".
[3] Han sobrevivido en gran cantidad, particularmente en los territorios donde se hablaban las lenguas germánicas; sin embargo, todos ellos datan de la Edad Media y, por tanto, llevan el sello o muestran la influencia del cristianismo.
Los encantamientos han sido transmitidos en minúscula carolingia en la última página de un misal en latín.
Los conjuros se hicieron famosos en tiempos modernos gracias a la apreciación de los hermanos Grimm, que los publicaron en 1842.