Entre los corredores estaban el estereotipado villano propio de la serie, Pierre Nodoyuna y su secuaz el perro Patán.
Nodoyuna lograba una gran ventaja y entonces, como el Coyote en los dibujos animados de El Coyote y el Correcaminos, llevaba a cabo todo tipo de elaborados ardides para hacer que los demás corredores cayeran en trampas, se desviasen, pinchasen o se detuvieran, solo para ver cómo le salía el tiro por la culata espectacularmente.
La idea básica en la que se basaban Los autos locos fue usada de nuevo por Hanna-Barbera en años sucesivos.
A principios de los años 1990, la serie sindicada Wake, Rattle and Roll incluía un segmento titulado Fender Bender 500, que una vez más protagonizaban Pierre Nodoyuna y Patán (y su Súper Ferrari Especial), esta vez compitiendo contra el oso Yogui, Winsome Witch y otras estrellas de Hanna-Barbera, en esta serie si se ven ganar algunas de las carreras en las que participan.
Sobre el año 2000, se produjo un videojuego basado en la serie de televisión para PS1 y Dreamcast.