Las líneas redondeadas de los primeros ejemplares construidos dieron lugar a su apodo: "plátano volador".
Este sistema demostró ser poco fiable en servicio debido a problemas con las válvulas termostáticas empleadas.
Los vehículos posteriores (del número 19 en adelante) abandonaron este sistema debido a su falta de robustez y porque su especificación revisada exigía que pudieran transportar material rodante más antiguo, equipado con sistemas de calefacción que empleaban vapor.
El maquinista podía variar la cantidad de vapor suministrado para adaptarse a la demanda requerida por un automotor solo, más uno o dos vehículos remolcados.
El combustible empleado era el mismo gasoil utilizado para el motor, aunque se almacenaba en un depósito independiente con una capacidad de 45 galones imperiales (204,6 L).
Las unidades posteriores tenían dos combinaciones de motor y transmisión colocadas en lados opuestos.
Otro aspecto inusual de este sistema era que se aumentaba el vacío en el cilindro para aplicar los frenos.
[1] Esto es contrario a la práctica ferroviaria británica normal, en la que durante el frenado se reduce el vacío.
Tres días después esta unidad se incorporó al servicio público entre Slough, Windsor y Didcot.