En 1506, Felipe asumió la regencia, pero murió poco más tarde, ese mismo año bajo circunstancias que algunas fuentes consideran compatibles con un envenenamiento ordenado por su suegro[1].Solo un año más tarde, Fernando se unió a la Liga Católica contra Francia, viendo una oportunidad de tomar Nápoles y Navarra —de las que mantenía una reivindicación dinástica—.Su herencia española incluyó tanto las posesiones castellanas en el Nuevo Mundo como las aragonesas alrededor del Mediterráneo.La Paz de Barcelona, firmada entre Carlos y el Papa en 1529, estableció una relación más cordial entre ambos líderes.Carlos, a través de su posición como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, sus estratégicas posesiones patrimoniales situadas a lo largo de las fronteras alemanas, y su cercana relación con sus parientes Habsburgos en Austria, tuvo gran interés en mantener la estabilidad del Sacro Imperio Romano Germánico.Desde la Guerra de los campesinos, los protestantes se habían organizado en una liga defensiva para protegerse del Emperador Carlos.Como respuesta, Carlos invadió Alemania al frente de un ejército compuesto por tropas españolas y flamencas, esperando restaurar la autoridad imperial.El emperador personalmente infligió una severa derrota militar a los protestantes en la histórica Batalla de Mühlberg en 1547, pero no llegó a tener consecuencias decisivas, pues en 1555 Carlos tuvo que firmar con los estados protestantes la Paz de Augsburgo, que restauraba la estabilidad en Alemania a través del principio cuius regio, eius religio; es decir, el reconocimiento de la libertad religiosa en la práctica para los príncipes alemanes protestantes del norte.En 1568, Guillermo de Orange encabezó una sublevación armada contra Alba, al tiempo que inicia la guerra propagandística antiespañola conocida como "Leyenda Negra".De los 130 barcos enviados en la misión, solo la mitad regresaron a España sin incidentes, y unos 20.000 hombres perecieron.Afrontando las guerras contra Inglaterra, Francia y los Países Bajos, cada una dirigida por líderes extraordinariamente capaces, la ya agotada España estaba desbordada.Un tratado con Inglaterra fue acordado en 1604, después de la ascensión del más tratable rey estuardo Jacobo I.La paz con Inglaterra y Francia significó que España podría centrar sus energías en restaurar su gobierno de las provincias holandesas.Después de la paz con Inglaterra, el nuevo comandante español Ambrosio Spinola presionó duramente a los holandeses.Los españoles habían estado devaluando su moneda para pagar la guerra y los precios estallaron en España de la misma manera que lo hicieron los años anteriores en Austria.Los holandeses, que durante la Tregua de los Doce Años habían hecho de su armada una prioridad, devastaron el comercio marítimo español y especialmente el portugués, del cual España era completamente dependiente después del desplome económico.Gustavo entonces marchó hacia el Sur obteniendo victorias notables en Breitenfeld y Lützen, atrayendo más respaldo de la causa protestante a medida que avanzaba.Richelieu decidió que la recién firmada Paz de Praga era contraria a los intereses franceses y declaró la guerra al emperador del Sacro Imperio Romano y a España pocos meses después de haberse firmado la paz.Apoyados por los franceses, los catalanes, napolitanos y portugueses se levantaron en revuelta contra el monarca español en los años 1640.La burocracia española que se había forjado alrededor del carismático, trabajador e inteligente Carlos I y Felipe II exigía un monarca sólido; la debilidad de Felipe III y IV llevó a la decadencia de España.Se les permitió practicar sus costumbres anteriores, indumentaria e idioma; y las leyes religiosas fueron laxamente impuestas.La revuelta solo pudo ser sofocada por tropas italianas bajo Don Juan de Austria, e incluso entonces los moriscos se retiraron a las zonas montañosas y no fueron derrotados hasta 1570.Los españoles recibieron un enorme influjo de oro como botín desde las colonias en el Nuevo Mundo cuando éstas fueron conquistadas, mucho del cual Carlos lo usó para llevar adelante sus guerras en Europa.Los Habsburgo, familia que había gobernado tradicionalmente sobre diversos dominios no contiguos y había sido forzada a delegar autonomía a administradores locales, duplicaron estas políticas feudales en España, particularmente en el País Vasco y Aragón.El desigual imperio, mantenido unido por un decidido rey que conservaba la hinchada burocracia junta, se desenmarañó cuando un débil gobernante llegó al trono.Ovejas merinas eran trasladadas anualmente cada invierno desde las montañas del norte hasta el más cálido sur, ignorando los senderos mandados por el estado que tenían la intención de evitar que la oveja pisoteara las tierras de labranza.Finalmente, Castilla se volvió estéril, y España fue completamente dependiente de alimentos importados que, dado el coste del transporte y el riesgo de la piratería, eran mucho más caros en España que en cualquier otro lugar.Aunque estas tendencias pusieron los cimientos para el desarrollo del capitalismo en España y Europa en conjunto, la falta total de regulación y la corrupción dominante significó que los pequeños terratenientes a menudo perdieron todo con un único golpe de mala suerte.El Siglo de Oro español fue un floreciente periodo para las artes y la literatura en España, que abarcó aproximadamente desde 1492 hasta 1650.Los pintores más destacados del Siglo de Oro podrían ser El Greco y Velázquez.
Árbol genealógico de los reyes de España y familia de la casa de Austria (en azul).
Nota
: Felipe I fue solo rey de Castilla.
Estandarte
de los monarcas de la
Casa de los Austrias
en
España
, usado desde 1580 hasta 1668.
Un mapa de los dominios de los Habsburgo después de la
Batalla de Mühlberg
(1547) como se muestra en
The Cambridge Modern History Atlas
(1912); las tierras de los Habsburgo están pintadas en verde.