En el asalto murieron cuarenta personas y resultaron heridas otras cincuenta, según los documentos oficiales de archivo.
El robo fue organizado por varios dirigentes bolcheviques, incluyendo a Vladímir Lenin, Iósif Stalin, Maksim Litvínov, Leonid Krasin y Aleksandr Bogdánov, y fue ejecutado por una banda de revolucionarios georgianos comandados por Kamó, un socio de Stalin.
Aunque Kamó fue detenido en Alemania poco después del atraco, eludió, sin embargo, el juicio criminal fingiendo locura durante más de tres años.
Se lo condenó a muerte por sus crímenes, incluyendo el atraco de 1907, aunque su sentencia fue conmutada por cadena perpetua; fue liberado tras la Revolución rusa.
Más tarde, ese monumento fue retirado y los restos de Kamó se trasladaron a otro lugar.
Su objetivo era cambiar el sistema económico y político del Imperio Ruso mediante una revolución proletaria, de acuerdo con la doctrina marxista.
[5][6] Un asunto que seguía dividiendo a los dos grupos era su divergencia de opiniones sobre las actividades militantes, en particular las «expropiaciones».
[6] Los bolcheviques más militantes, que durante el Quinto Congreso estaban liderados por Vladímir Lenin, defendían la continuación de los atracos, mientras que los mencheviques propugnaban un enfoque revolucionario más pacífico y gradual y se oponían a las operaciones militantes.
[4][5] El Centro Bolchevique estaba encabezado por un «Grupo Financiero», que consistía en Lenin, Leonid Krasin y Aleksandr Bogdánov.
[10] Tenía experiencia organizando atracos y ello le había ayudado a granjearse la reputación de principal contribuyente financiero del Centro.
[12] Stalin decía que Kamó era un «maestro del disfraz»[11] y Lenin lo llamaba su «bandido caucásico».
[9][13] Según The Secret File of Joseph Stalin: A Hidden Life, de Roman Brackman, mientras Stalin trabajaba con los bolcheviques para organizar actividades criminales, también actuaba como informante de la Ojrana, la policía secreta rusa.
[14][15] Voznesensky afirmó más tarde que había ayudado a organizar el robo por su admiración por la poesía romántica de Stalin.
[18][19] Quedó postrado en la cama durante un mes sufriendo grandes dolores y no consiguió recuperarse completamente para el momento del atraco.
[20] Las autoridades rusas estaban al tanto de que los revolucionarios preparaban una acción importante y habían reforzado la seguridad en la plaza; justo antes del robo, habían recibido un soplo y la policía vigilaba todos los accesos al lugar.
Una vez dentro, Sagirashvili observó la presencia de hombres armados que impedían a la clientela abandonar el local.
Cuando recibieron la señal que indicaba la inminente llegada de la diligencia del banco a la plaza, estos hombres abandonaron precipitadamente la taberna pistola en mano.
[16] Las explosiones tenían tal potencia que derribaron algunas chimeneas cercanas y quebraron las ventanas en más de un kilómetro a la redonda.
[28] Según Brackman, varios días después del robo Mujtárov, agente de la Ojrana, interrogó a Stalin en un piso franco.
Kamó le contó a Lenin la historia de su arresto y cómo se había fingido lunático en la cárcel.
Después de abandonar la capital francesa, se reunió más adelante con Krasin y juntos planearon otro atraco a mano armada.
[33][40][47] Esta vez no se fingió perturbado, pero pretendió que había olvidado todo debido a su anterior locura.
[29] Se escondió en el interior de un colchón para poderlo trasladar y guardar fácilmente sin levantar sospechas.
[51] El colchón se llevó a otro piso franco y más tarde se dejó en el canapé del directorio del Observatorio Meteorológico de Tiflis,[21][30] probablemente porque Stalin había trabajado en este anteriormente.
Otros destacados bolcheviques georgianos como Mijaíl Tsjakaya y Filipp Majaradze abandonaron la región tras 1907.
[55] El robo también tuvo un efecto adverso para la imagen del Centro Bolchevique entre los socialdemócratas europeos.
Maksim Litvínov se convirtió en diplomático y fungió como comisario de Asuntos Exteriores (1930–1939).
Leonid Krasin abandonó temporalmente la política tras romper con Lenin en 1909, pero volvió a unirse a los bolcheviques tras la revolución de 1917 y sirvió como representante comercial soviético en Londres y comisario de Comercio Exterior hasta su muerte en 1926.
[5] Tras la liberación de Kamó, trabajó en las aduanas soviéticas, según algunas fuentes porque su inestabilidad no le permitió ingresar en la policía secreta.
Tras la revolución bolchevique, se convirtió en el principal ideólogo de la proletkult, una organización fundada para fomentar la cultura proletaria.