Trabajó como costurera[1] para las damas del Ejército Ruso, y junto con sus hermanas Aleksandra (Sashikó) y María (Marikó) dirigieron un taller de costura en Tiflis, el "Atelier Hervieu".
[5] Stalin afirmó con posterioridad que, aparte de su madre, fue la única persona a quien realmente quiso.
Después del funeral georgiano-ortodoxo dijo a un viejo camarada que había muerto todo sentimiento humano en él: "...
Esta criatura podía suavizar mi corazón de piedra.
Ahora está muerta, y con ella mis últimos sentimientos calurosos para los humanos."