[3][5] Según su etiología, se puede diferenciar la artrosis u osteoartrosis (OA) en primaria, o idiopática, y en secundaria.Es menos frecuente, pero no improbable, que afecte a las articulaciones del hombro, temporomandibular, sacroiliaca, tobillo y muñeca.En cambio, la artrosis primaria generalizada será aquella que afecte a dos o más sitios articulares.[2] La artrosis secundaria se da por condiciones específicas que pueden directamente provocar la patología o ser un factor de riesgo importante para su aparición.Esto finalmente contribuye a una distribución anormal de la presión sobre el cartílago, generando así un estrés que desencadena la patología.Si la articulación se ve afectada repetidamente por microtraumas, los cuales pueden provocar microfracturas en el hueso subcondral.Hoy en día, se sabe que la artrosis surge como una suma de distintos y múltiples factores.Una vez que los condrocitos han sido activados, son capaces de producir ciertas proteinasas y mediadores proinflamatorios.[4] Finalmente, los osteoblastos del hueso subcondral en la osteoartritis, al poseer un fenitipo alterado, producen más fosfatasa alcalina, osteocalcina, IGF-1 y uroquinasa.[3][6][7][10] Adicionalmente, se ha dicho que la OA de rodilla se caracteriza por una disminución del espacio articular fémorotibial medial, lateral o ambos y, en los casos más avanzados pueden existir quiste subcondrales y mal alineamiento secundario.Para poder sobrellevar estas dificultades, se han estandarizado en distintos países la definición, la clasificación y el diagnóstico de esta patología.[8] En Chile, al ser una patología GES, la estandarización es acabada y es como se muestra a continuación.Desgraciadamente, en el sector público no es muy utilizada debido a su alto costo y poca accesibilidad.Se recomienda considerar como respuesta terapéutica mínima, el que los pacientes logren un alivio de al menos un 20% del dolor y mejoría en 1 categoría funcional respecto de su situación previa al inicio del tratamiento.Así se ha demostrado que son útiles programas educativos individuales o grupales, llamados telefónicos periódicos y entrenamiento en técnicas para sobrellevar el problema.Sin embargo, se aconseja que estos sean realizados según la tolerancia del paciente de forma progresiva y gradual.[3] Se definen como apoyo u otro dispositivo externo (aparato) aplicado al cuerpo para modificar los aspectos funcionales o estructurales del sistema neuromusculoesquelético tales como férulas, zapatos con suelas viscoelásticas que absorban el shock o plantillas de descarga que corrijan las anormalidades biomecánicas en una rodilla.Si bien este aspecto cuenta con evidencia que avalaría su uso, ello no es una práctica extendida, posiblemente por la baja adherencia al tratamiento y los costos asociados.Diversos estudios han demostrado la eficacia del paracetamol con mejor tolerancia que los antiinflamatorios no esteroidales (AINEs).Son más eficaces que el paracetamol pero presenta mayor número de efectos adversos principalmente gastrointestinales tales como diarrea y náuseas, produciría también, efectos colaterales como insuficiencia renal e incremento de la tensión arterial.La duración del efecto es relativamente corta, es decir de 16 a 24 semanas, siendo realizado el procedimiento por un médico reumatólogo.[14] Indicada fundamentalmente en pacientes con artrosis sintomática severa cuyo dolor no ha respondido al tratamiento médico y que las limitaciones de su vida diaria aumentan.[14] Es una intervención irreversible usada en pacientes en los que han fallado los tratamientos previos y tienen una enfermad articular severa.Estas que se cementan en los extremos óseos femoral y tibial, tras la extirpación de las áreas defectuosas.La artroplastia puede ser total o parcial, es parcial si está lesionada una parte de la rodilla (interna o externa), donde se implanta una prótesis unicompartimental, que es de pequeño tamaño y requiere sólo una pequeña incisión en la rodilla.También cabe decir que limitar los esfuerzos físicos intensos tales como cargar objetos pesados o ejercer fuerzas mal empleadas reduce el desarrollo de esta enfermedad.En caso de padecer ya la enfermedad, se deben evitar los movimientos que producen dolor, ya sea utilizando preferentemente otras articulaciones o limitando el uso de las enfermas, sin embargo, hay que evitar mantenerlas inmóviles.Si es excesivo, ya sea en tiempo, esfuerzo o intensidad, será perjudicial para la salud y el desarrollo de la enfermedad.Los hábitos posturales son también un tema importante de mencionar ya que, el paciente debe dormir sobre un colchón plano y evitar sentarse en sillones hundidos.En cuanto a las sillas, deben tener el respaldo recto, donde las caderas y rodillas mantengan una posición natural y los pies estén en contacto con el suelo, de esta manera, las articulaciones se mantendrán en una posición correcta, sin ser forzadas en otros sentidos.
El ciclismo se considera un factor de riesgo para desarrollar artrosis secundaria de rodilla.
Corte histológico de cartílago. Señalado por la N°1 se aprecia un condrocito hipertrofiado.