Arroyo de San Serván

El término municipal está atravesado por la autovía del Suroeste en el pK 352, situándose a 52 kilómetros de Badajoz.

La formación vegetal es del tipo durilignosa con un bosque esclerófilo mediterráneo representado por la encina (Quercus rotundifolia) y el alcornoque (Quercus suber) junto a otras especies que componen el matorral como: la jara (Cistus ladanifer), aulaga (Genista hirsu­ta), cantueso (Lavandula pedunculata), etc.

Predomina el clima mediterráneo subtropical, por lo que los inviernos son suaves y los veranos secos además de calurosos.

Las temperaturas medias y absolutas son las siguientes: Precipitaciones: En cuanto a la flora destaca la típica del mediterráneo, más concretamente, las dehesas llenas de encinas y alcornoques además de jaras, aulagas, cantuesos, etc.

También podemos encontrar especies como el helecho común, el lentisco, el madroño, fresnos, sauces, además de muchos otros, como el brezo rojo, las adelfas y los olmos.

[2]​ A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.

En dicha sierra y siglos posteriores se construyó una ermita en su honor, de la cual solo quedan restos.

Así apareció Perales a orillas de la antigua calzada cartaginesa, cuyo primer edificio fue una ermita bajo la advocación de una pequeña Virgen románica que aún se conserva, y que ha sufrido diferentes transformaciones a lo largo del tiempo.

Así mismo a partir de la Reconquista, se fundó la aldea de Arroyo, a orillas del arroyo Tripero que le dio nombre; todavía se conserva el puente medieval que lo cruzaba.

La torre tiene seis cuerpos, añadiéndose los dos últimos posteriormente a la construcción de los primeros.

La fachada está decorada mediante la continuación del baquetón central, de las tres que componen las jambas.

De planta ochavada, adaptada a la cabecera mayor y con intención didáctica en su iconografía.

El conjunto es rematado por decoración diversa (plantas, florones y cabezas de ángeles con expresiones varias).

La iconografía del retablo representa la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

No obstante, los restos que tienen mayor valor son las pinturas rupestres de esta sierra.

Están datadas aproximadamente entre los años 1500 y 500 a. C. El color predominante en las pinturas es el rojo, aunque también encontramos trazos negros.

Las primeras noticias sobre estas pinturas son del año 1783, en el que el conde de Floridablanca las dio a conocer.

Las primeras celebraciones se debieron al ofrecimiento del pueblo a la Virgen por una epidemia de cólera que asolaba la villa por el año 1872.

La noche anterior se celebra una gran verbena en la finca donde se encuentra ubicada la ermita, con gran afluencia de público de los pueblos colindantes, que acuden tanto esta noche como al día siguiente.

En esta última procesión las imágenes del Resucitado y de la Virgen realizan tres encuentros.

Los platos más típicos son: la caldereta de cordero, las migas, el gazpacho o el pollo en pepitoria.

El vino Lindero y Reserva San Serván, se realizan en la Cooperativa de Perales.

Ayuntamiento
Parroquia de la Santa Cruz
Fachada sur de la iglesia parroquial