En Pontevedra, el estilo gótico dejó una huella notable tanto en la arquitectura religiosa como en la civil, reflejando la majestuosidad medieval de la ciudad.
La influencia gótica en la arquitectura religiosa se manifiesta a través de varias edificaciones destacadas.
La iglesia de Santo Domingo es particularmente notable por su cabecera porticada con cinco ábsides, una característica excepcional en Galicia.
[2] El convento de Santa Clara, aunque con una estructura más sencilla, sigue el estilo gótico ojival con su nave rectangular, bóveda de abanico y una portada exterior en la fachada norte decorada con escenas del Juicio Final.
Esta basílica combina elementos góticos con influencias manuelinas portuguesas, destacando por sus fachadas rematadas con crestería y una planta basilical con bóvedas de crucería tardogóticas, evidenciando una transición hacia el estilo renacentista.
Aunque sufrió graves daños durante conflictos y ataques, incluyendo su destrucción casi total en 1719, la Torre del Homenaje sobrevivió y se convirtió en una cárcel, antes de ser demolida, simbolizando la resistencia de la ciudad.
[21][22][23] El Puente del Burgo, de origen romano y reconstruido en el siglo XII, también tuvo un papel defensivo fundamental con su torre destruida en 1719.
[34] En Pontevedra, el Renacimiento se refleja tanto en la arquitectura religiosa como en la civil, mostrando una simbiosis entre elegancia y equilibrio.
[39][40][41][42] En el siglo XVI Pontevedra era la ciudad más poblada de Galicia gracias a su pujante puerto.
[52][53] En cuanto a la arquitectura civil, el barroco en Pontevedra se caracteriza por su combinación de detalles ornamentales elaborados y una cuidadosa simetría en el diseño, reflejando el poder y la ostentación de las familias nobiliarias en esta época en que eligieron a la ciudad como lugar preferido para instalarse.
[74][58] El Palacio de la Diputación de Pontevedra, por su parte, combina elementos clásicos (como columnas estriadas con capiteles jónicos), renacentistas y barrocos en su fachada simétrica, adornada con molduras y volutas que enfatizan la riqueza decorativa del estilo.
[80] El Edificio Varela, proyectado en 1897, es una construcción de tres pisos con buhardilla, influenciada por la arquitectura francesa.
[85] El Neogótico, surgido en el siglo XIX como una reactivación del estilo medieval, se manifiesta en Pontevedra con detalles góticos adaptados a la época.
La fachada presenta altos contrafuertes, un chapitel gótico, y una puerta flanqueada por arquivoltas apuntadas.
Destacan también las ventanas estrechas con arcos apuntados y un rosetón central de cuatro pétalos.
El interior, organizado en torno a un patio central con lucernario, ofrece una sensación de amplitud.
[88][89] El Hospital Provincial de Pontevedra, diseñado por León Domercq y Siro Borrajo, en un estilo ecléctico presenta una fachada simétrica, una entrada principal enmarcada por un arco de medio punto en piedra y vanos enmarcados con molduras.
[96][97] Pontevedra alberga una notable colección de edificios modernistas, un estilo que floreció en la ciudad a principios del siglo XX, caracterizado por su innovación estética y detallada ornamentación, que en Pontevedra se funde frecuentemente con una arquitectura ecléctica coexistente.
[107] Del mismo arquitecto es el Edificio Luciano Dazevedo (1914) con destacados balcones modernistas idénticos a los del desaparecido Hotel Palace (1904), gran edificio modernista que estuvo ubicado en la plaza de Galicia antes de ser demolido.
La fachada se organiza simétricamente en cuatro partes iguales, correspondiendo las dos centrales a las ventanas y las laterales a los balcones, sobre los que se abren ventanas y ojos de buey, excepto en la quinta planta, donde el balcón es corrido.
Incorpora galerías en sus fachadas, un portal reducido a sus elementos esenciales y un ático ajardinado, con un fuerte énfasis en la geometría.
[122] La arquitectura contemporánea en Pontevedra refleja la evolución de la ciudad hacia la modernidad, integrando funcionalidad, sostenibilidad y estética innovadora en sus construcciones.
Un ejemplo destacado es el Palacio de Congresos y Exposiciones (1997), diseñado por Manuel de las Casas, que utiliza materiales como pizarra verde, acero corten, cobre y vidrio para crear un diseño armonioso con el entorno natural.
Este recinto destaca por su funcionalidad y estética moderna, en marcado contraste con la dureza del acero.
Su fachada, revestida en piedra en las primeras plantas, incluye en las restantes aberturas en serie y planos biselados que protegen las paredes acristaladas del sol.
Las fachadas translúcidas y ventiladas integran el edificio con el entorno natural del campus de A Xunqueira.
El Nuevo Estadio de Pasarón (2012), es una instalación deportiva moderna cuya estructura, apoyada en pórticos de hormigón y una gran viga pared, presenta una imagen robusta con perforaciones irregulares y aleros amplios que protegen el exterior.
Este diseño permite la entrada de luz natural desde arriba, creando un espacio abierto que se integra con la estructura histórica del museo.
El complejo también cuenta con un vestíbulo central que conecta el nuevo edificio con el antiguo, una cafetería con terraza panorámica, y un gran patio acristalado.
El cuerpo derecho presenta ventanas dispuestas de manera escalonada, añadiendo dinamismo a la estructura.