Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XXI cuando se retomó esa idea para proporcionar otra salida desde el centro de la ciudad hacia el norte y las playas de la ría de Pontevedra y un acceso directo a la autopista AP-9.
[4][5][6] En 2008, el ayuntamiento organizó un concurso de ideas para decidir el diseño del nuevo puente.
A ambos lados del puente hay una pasarela peatonal cubierta.
El tráfico peatonal y ciclista está separado del motorizado.
Este paso subterráneo peatonal, que discurre bajo el puente, está protegido en el lado de la ría por una mampara de cristal, de forma que se puede ver el agua durante las mareas altas cuando sube el nivel del mar.