A principios del siglo XX el actual paseo era un recorrido accidentado y pedregoso a lo largo de la Ría de Pontevedra y el río Lérez.
El actual paseo peatonal tiene varios tramos que fueron construidos en distintas épocas por diferentes administraciones públicas.
[1] El proyecto abarcó un total de 42.000 metros cuadrados en la margen izquierda del río.
Cuando la marea baja en el estuario, grandes bancos de arena quedan al descubierto, formando una zona húmeda que atrae a numerosas aves marinas como garzas, gaviotas, limícolas y patos marinos.
Esta zona atrae cada vez a más observadores de aves.