La arquidiócesis tiene como sufragáneas a las diócesis de: Antigonish y Charlottetown.
Los primeros misioneros llegaron al territorio de la actual arquidiócesis a principios del siglo XII, cuando se fundó la ciudad de Port Royal en Acadia.
En la segunda mitad del siglo XVIII las regiones de Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo vieron la llegada de numerosos inmigrantes irlandeses.
A la muerte de Edmund Burke en 1820, primer vicario apostólico, la sede quedó vacante durante 5 años, debido a la dificultad de encontrarle un sucesor.
[1] En 1836 también se unió al vicariato apostólico la colonia británica de las islas Bermudas.
Se construyeron colegios, academias para niñas, un orfanato, un hospital, el seminario episcopal, varias escuelas parroquiales.
En el siglo XX la arquidiócesis se desarrolló aún más, pero experimentó un momento de gran dificultad durante el episcopado de John Thomas McNally (1937-1952), quien, queriendo reconstruir St.