Infalibilidad papal

La Iglesia católica considera la infalibilidad del papa como efecto de una especial asistencia que Dios haría al romano pontífice cuando este se propone definir como «divinamente revelada» una determinada doctrina sobre la fe o la moral.

La teología católica se basa en varios pasajes bíblicos que indicarían la existencia del dogma teológico sobre su infalibilidad, incluyendo: Durante el Concilio Vaticano I,[5]​ tanto los padres conciliares como los teólogos católicos participantes tenían posiciones diferentes: los contrarios al dogma en cuanto tal, los que no lo consideraban oportuno y los que estaban a favor del dogma.

Aunque el tema en sí es controvertido, cuando un papa canoniza[6]​ a una persona reconociendo su vida de santidad,[7]​ y autoriza su veneración por parte del pueblo católico, está actuando basado en su infalibilidad, aunque tal decisión haya sido resultado de un proceso ante diversos tribunales -muchas veces en países distintos- y diversos organismos de la Santa Sede, los cuales a veces han durado siglos.

Se hizo la última votación sobre la infalibilidad papal, en la que 433 padres votaron placet (a favor) y solo dos ―el obispo Aloisio Riccio (de Cajazzo, Italia) y el obispo Edward Fitzgerald, de Little Rock (Arkansas)― votaron non placet.

Circuló también en la época un famoso discurso[9]​ atribuido al obispo Josip Strossmayer, pero no se ha verificado esa autoría, aunque durante el referido Concilio, él fue uno de los más notables opositores[10]​ y mantuvo esa oposición por varios años aunque sin ser excomulgado.

En la literatura teológica, apareció por primera vez el término infalibilidad a mediados del siglo XIV, en un tratado escrito por Guido Terrena, narrando la controversia entre los frailes menores y el papa Juan XXII, aplicando este término al romano pontífice.

Se debe aclarar que parte de los opositores consideraban que su promulgación no convenía a la Iglesia católica en esos momentos y aunque creían en la infalibilidad papal, hicieron lo posible para evitarla, porque en palabras de Richard Rorty, hacían al catolicismo parecer ridículo.

El teólogo suizo y sacerdote católico Hans Küng ―considerado como un teólogo influyente entre los que participaron en el Concilio Vaticano II, prolífico autor y Presidente de la Fundación para la Ética Mundial―, publicó en 1970 un libro titulado ¿Infalible?

[17]​ La respuesta de la Santa Sede llegó casi 10 años después, en 1979, y le fue retirada la licencia para enseñar teología católica.

Como su obispo ni la Santa Sede le revocaron sus facultades sacerdotales, siguió siendo "un sacerdote católico en activo" hasta su muerte en 2021.

La tiara papal colocada sobre la Biblia , ilustración alegórica de la infalibilidad papal, por Lucas Caspar Businger, 1881.
El Espíritu Santo desciende sobre Gregorio Magno , pintura de José de Ribera , c . 1614 .