En la década de 1970, Irán planeaba extender su poderío naval al océano Índico, pero este objetivo se vio mermado por la Revolución Islámica (1979), la Guerra Irán-Irak (1980-1988), y la financiación limitada desde entonces.
En la década de 1990, la Armada agregó lanchas patrulleras, submarinos y misiles antibuque lanzados desde superficie, sustituyendo los buques occidentales con los que compró a China, Corea del Norte y Rusia.
Bandar-e Anzali (anteriormente conocido como Bandar-e Pahlavi) fue la base de entrenamiento más importantes y sede de la pequeña flota del Mar Caspio, que consistía en una pocas lanchas patrulleras y un dragaminas.
Instalaciones más pequeñas se encontraban cerca del estrecho de Ormuz.
[9] Irán también anunció que la nueva base se establecería en el mar de Omán.