Aprendizaje basado en competencias

El aprendizaje basado en competencias es un modelo pedagógico en el proceso de enseñanza-aprendizaje enfocado en las competencias que adquiere el alumno, en sus necesidades y motivaciones específicas, potenciando su autonomía y responsabilidad, donde los alumnos deben ir al mismo ritmo en una misma asignatura junto al resto del grupo de su clase.Este modelo permite al estudiante reconocer las capacidades, la disposición, el ingenio o determinadas aptitudes yendo a su propio ritmo.Tanto alumno como profesor se unen siendo complementos, ya que el docente se asegura de que cada alumno tenga un total dominio de un aprendizaje específico para seguir avanzando.[5]​ La Western Governors University tiene cerca de 40.000 estudiantes y es pionera en el aprendizaje basado en competencias.[5]​ El Aurora Institute es otra de las instituciones donde se aplica este modelo.[7]​ Además, llevan años realizando un seguimiento de la situación estatal del aprendizaje basado en competencias, dentro del sistema educativo americano K-12, que nos aporta una visión global y resumida de la situación en el país.La UNESCO ha realizado estudios con ocho países asiáticos que han querido formar parte de pruebas piloto que buscan mejorar su sistema educativo y el desarrollo social basado en competencias transversales.Estos son Bután, Camboya, Hong Kong, Malasia, Mongolia, Nepal, Pakistán y Vietnam.[12]​ Teniendo en cuenta las diferentes realidades educativas alrededor del mundo es la UNESCO quien plantea una estrategia global para intentar establecer pautas comunes.Realiza cada cuatro años una reunión mundial sobre educación en la que se marcan mecanismos de desarrollo globales.[13]​ Todo ello dentro del marco mundial planteado por las Naciones Unidas basado en Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).Y en la Declaración de Incheon realizada en 2015, en la cual se marcaron las estrategias educativas a seguir hasta 2030.[15]​ El estudiante se responsabiliza del proceso entendiendo la utilidad y finalidad de lo que aprende.[17]​ En definitiva, se abandonan las prácticas tradicionales con un esquema fijo, dando más importancia a la competencia del alumno, el conocimiento práctico y la información verdaderamente relevante para desarrollar una tarea concreta, esto beneficia al alumno y a la comunidad en la que se desempeñará el trabajo al ayudar al alumno a resolver problemas reales.Por lo tanto, el alumnado asume un rol activo dentro de un ambiente autónomo del trabajo.[28]​ Las orientaciones de la Unión Europea a través del Consejo Europeo de Lisboa en el año 2000 hasta las Conclusiones del Consejo de 2009 sobre el Marco Estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación («ET 2020»), inciden en la necesidad de que la ciudadanía adquiera unas competencias elementales para conseguir que cada persona alcance su total desarrollo personal, social y profesional, todo ello encaminado a que pueda responder las demandas del mundo globalizado en el que vivimos y haga posible el desarrollo económico, vinculado al conocimiento.Este cambio de paradigma demanda una comprensión integral del impacto personal y social de la tecnología, hecho que es necesario desarrollar tanto en la competencia digital del alumnado como en la competencia digital docente.Por consiguiente, se hace indispensable que el sistema educativo responda a esta realidad social e incluya un enfoque de la competencia digital más moderno y amplio, acorde con las recomendaciones europeas relativas a las competencias clave para el aprendizaje permanente.[32]​ El desarrollo de las competencias se producirá con base en una triple dimensión: conocimiento, habilidades y actitudes.La capacidad depende de los conocimientos que los estudiantes deben comprender en su trabajo o práctica profesional.Los estudiantes se matriculan por el tiempo que deseen formarse y trabajan sobre cada competencia a su propio ritmo.[2]​ Es necesario destacar que las competencias se muestran mediante acciones en diferentes situaciones o contextos.Por otra parte, la orientación hacia los resultados de este modelo, permite lograr mejores rendimientos.[41]​ El aprendizaje basado en competencias requiere un gran despliegue técnico, al igual que recursos los cuales deben estar listos y a la disposición de los estudiantes.[46]​ En el aprendizaje basado en competencias, la evaluación debe de ser una oportunidad de aprendizaje y se debe utilizar para promover las competencias en todo el alumnado, no para seleccionar a quienes ya las poseen.Es decir, debe ser una evaluación formativa, que sea a la vez el efecto y la causa de los aprendizajes.Cada criterio de evaluación debe estar bien definido, ser concreto, claro y especificar o describir detalladamente cuándo se considera que un alumno ha alcanzado el aprendizaje esperado.
Ciclo de Kolb ilustrado con un ejemplo basado en el aprendizaje basado en competencias