Antonio Lorenzo
Comenzó su actividad profesional en el retrato y la pintura mural, tareas que compatibilizaba con la docencia.Formó parte del Grupo de Cuenca, junto con Antonio Saura, Gustavo Torner, Fernando Zóbel, Gerardo Rueda y Eusebio Sempere y otros pintores que tenían casa en Cuenca.Aunque su obra es abstracta, pueden encontrarse a menudo referencias simbólicas al progreso humano, mundos utópicos en los que máquinas sustituyen la irracionalidad del hombre.[3] Obra gráfica: En 1970, Fernando Zobel, pidió a Antonio Lorenzo, que le hiciese para el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca un trabajo muy particular.El título genérico para todas las carpetas Diez variaciones sobre un mismo tema, referencia a las manías musicales del autor.