Antonio Coll y Pi

[3]​ Allí, más tarde, enseñaría modelado en la Escuela de Arquitectura y participaría activamente en la vida cultural chilena, dedicándose principalmente a la escultura.

Varios monumentos hechos por él adornan esta ciudad sudamericana que se convirtió en su segunda patria y donde falleció en 1943.

Fue en esta última donde cosechó su primer éxito, al obtener tercera medalla con El viudo.

Allí pintó La marraine catalane, que exhibió en la Exposición Universal de 1889 celebrada en la capital francesa.

[6]​ Contratado por el gobierno chileno como profesor de dibujo ornamental y pintura decorativa en la Escuela de Artes Decorativas, fundada ese mismo año en Santiago, en lo que realmente triunfó Coll y Pi fue en la escultura.

[8]​ Del autor de La Araucana, Coll realizó también un busto que se conserva en la Biblioteca Nacional.

Hasta luego , 1896; Museo de Arte de Sabadell .
Josep Montserrat , por Coll y Pi; 1894
Monumento al bombero voluntario
Estatua de Ercilla