Antonio Alonso Ríos
Ese día se juntaron doce sociedades gallegas en la calle Bolívar 655 de la Capital Federal.Al terminar el congreso Martínez Castro fue elegido Secretario General y Alonso Ríos director del periódico Despertar Gallego, que comenzaría a editarse a partir del 1 de enero de 1922.Por una parte, el sector vinculado al PSOE (Martínez Castro) y por la otra, los galleguistas, donde estaban Alonso Ríos, Ramón Suárez Picallo, Manuel Meilán Martínez y Eduardo Blanco Amor, entre otros.Asimismo decidió enviar a Suárez Picallo y Alonso Ríos para que los representara en Galicia.Alonso Ríos también aprovechó para hacer escala en Barcelona para entrevistarse con Macià, y de vuelta a Galicia, hizo escala en Madrid, donde tuvo un fuerte encontronazo con Santiago Casares Quiroga, a quien le hace llegar las opiniones de la emigración, haciendo hincapié en los "derechos nacionales" de Galicia.Al no salir elegido diputado en 1931 (posiblemente a causa del incidente con Casares Quiroga) trabajó como director de la escuela fundada por los emigrantes de Tomiño "Aurora del Porvenir".Organizó la resistencia protagonizando escaramuzas en Tuy, teniendo finalmente que huir de la localidad.Pero comenzó a serle difícil caminar sin documentación de pobre, ya que en algunas posadas no le dejaban entrar y ya le habían sometido a algún interrogatorio.Una vez elegido el nombre inventó todo lo demás: había nacido cerca de Lisboa, y a los cinco años, junto con su padre, también llamado Afranio, fue recorriendo Portugal pidiendo limosna.Su poco oficio de pobre y su gentileza provocó que la gente le llamara "Siñor Afranio".Allí le mostraron interés por tener un patrón para guardar el ganado y realizar diversas cosas más.Se escondió en una cueva de la Serra da Peneda, ya en Portugal, donde pasó un mes.En 1944 los únicos diputados galleguistas refugiados en América (es decir, Alonso Ríos, Castelao, Elpidio Villaverde y Ramón Suárez Picallo) fundaron en Montevideo el Consejo de Galicia, cuya presidencia ocupa Castelao y del que Alonso Ríos fue secretario y, tras la muerte de Castelao en 1950, presidente.