Angélico Aranda

Angélico Aranda Hurtado (Linderos, 1870 – Rancagua, 1961) fue un sacerdote franciscano y pintor chileno, conocido especialmente por haber conseguido que el arquitecto español Antoni Gaudí le enviara unos croquis suyos para construir una capilla.

Fray Angélico Aranda nació en la población rural de Linderos e ingresó a la Orden Franciscana.

En 1909 partió a Europa, estuvo en Barcelona, donde conoció la obra del gran arquitecto Antoni Gaudí, y estudió pintura en Roma, en la Academia Española.

El famoso arquitecto le respondió que no tenía tiempo para crear nuevos planos porque estaba concentrado en la construcción de la Sagrada Familia en Barcelona, pero le envió dos croquis de una capilla que él había pensado construir en un primer momento en la parte posterior de la impresionante iglesia que dejó inconclusa en Barcelona.

[1]​ Aranda, que le había prometido pagarle con oraciones, le envía en agradecimiento «un donativo de 177 pesetas y un cuadro pintado por él, que Gaudí cuelga en su estudio, donde se mantiene hasta 1936, año en que, durante la guerra civil española, es robado –o destruido– en el asalto y quema de la Sagrada Familia».