Está perdida parte de la obra, concretamente el encuentro entre Júpiter y Anfitrión.
La obra se divide en un prólogo y cinco actos, subdivididos estos a su vez en escenas.
Al ser una obra de teatro, el diálogo es la parte principal y conocemos a los personajes por lo que dicen y por cómo lo hacen, sin necesidad de narrador, ya que Plauto no describe psicológicamente a sus personajes.
Y se puede interpretar como un argumento intencional que pretende generar la situación emergida durante el clímax de esta tragicomedia.
Al final, tras el relato por boca de la despavorida Bromia del milagroso parto de Alcmena, que de una vez ha dado a luz a dos gemelos, Hércules e Ificles, el propio Júpiter, revelando su verdadera personalidad, aclara todo lo sucedido.