Otros países conocidos por su predominante población católica en Europa incluyen a Irlanda, Luxemburgo, España, Andorra, Francia, Mónaco, Portugal, San Marino, Bélgica, Alemania, Austria, Lituania, Polonia, Suiza, Hungría, Liechtenstein, Eslovaquia, Croacia, Eslovenia y Malta.
La religión en mención ha comenzado a formar parte de la identidad de algunos países africanos, tales como Angola, Nigeria, República Democrática del Congo, Zambia, Botsuana, República del Congo, Guinea, Gabón, Camerún, República Centroafricana, Mozambique, Tanzania, Kenia, Guinea-Bisáu, Ruanda, Burundi, Costa de Marfil, Liberia, Níger, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Benín, Cabo Verde, Togo, Madagascar, Seychelles, Uganda y Guinea Ecuatorial.
Se ha de considerar que algunos de los porcentajes expresados en este artículo solo hacen referencia a la población adulta del país, y son utilizadas en la población total del país.
En los últimos años, La Iglesia católica ha crecido especialmente en dos continentes: África[5] y Asia.
La última columna muestra tal porcentaje comparado con el total de la población católica mundial.