Entre 1982 y 1984 el Banco de España emitió un nuevo sistema de billetes con valores de 200 - 500 - 1000 - 2000 y 5000 pesetas, diseñado por José María Cruz Novillo, que fue grabado e impreso por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Los objetivos del Banco de España al emitir los nuevos billetes eran reducir y normalizar su tamaño, modernizar su diseño y facilitar su tratamiento mecanizado.
Respecto de los billetes anteriores, el nuevo conjunto formaba un sistema homogéneo cuyos valores se escalonaban desde 200 a 5000 pesetas siguiendo la regla 1-2-5 e incorporaban, como novedad, los valores de 200 y 2000 pesetas, luego ante el aumento del costo de vida en España en el año 1987 fue puesto en circulación el primer billete de 10 000 pesetas con el busto de Juan Carlos I en el anverso y el busto del príncipe Felipe en el reverso, también en ese mismo año fueron remplazados los billetes de 200 y 500 pesetas por monedas del mismo valor.
Para facilitar la identificación de la autenticidad, los billetes del nuevo sistema incluían los elementos tradicionales (gran retrato calcográfico y marca de agua) junto con otros nuevos, como el hilo de seguridad y las fibrillas fluorescentes, además de algunos elementos secretos destinados a facilitar el tratamiento mecanizado de los billetes.
En 1995 los billetes de 1000 y 2000 pesetas sufrieron diversos cambios, que fueron más evidentes en los de 2000 pesetas al desaparecer la numeración inferior de color verde, entre otros cambios.