Inteligencia emocional

[3]​ Las definiciones populares de inteligencia hacen importantes los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad para resolver problemas cognitivos, sin embargo Edward L. Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas.

[8]​ Sin embargo, esta expresión ya había aparecido antes en textos de Beldoch (1964)[9]​ y Leuner (1966).

[10]​ Stanley Greenspan también propuso un modelo de inteligencia emocional en 1989, al igual que Peter Salovey y John D.

[12]​ Algunos párrafos de la obra se citan a continuación: La amígdala cerebral y el hipocampo fueron dos piezas clave del primitivo «cerebro olfativo» que, a lo largo del proceso evolutivo, terminó dando origen al córtex y posteriormente al neocórtex.

Por ello, quienes viven sin amígdala prácticamente pierden la memoria, ya que la amígdala guarda aquellos recuerdos que más impacto emocional tuvieron en nuestra vida, como los traumas o nuestros momentos más felices.

[23]​ Según LeDoux: «anatómicamente hablando, el sistema emocional puede actuar independientemente del neocórtex.

Existen ciertas reacciones y recuerdos emocionales que tienen lugar sin la menor participación cognitiva consciente».

[24]​ La importancia evolutiva de ofrecer una respuesta rápida que permitiera ganar unos milisegundos críticos ante las situaciones peligrosas debió ser vital para nuestros antepasados, pues esa configuración ha quedado impresa en el cerebro de todo protomamífero, incluyendo los humanos.

Pero, aunque veloz, se trata también, al mismo tiempo, de una respuesta muy tosca, porque las células implicadas solo permiten un procesamiento rápido, pero también impreciso», y estas rudimentarias confusiones emocionales —basadas en sentir antes que en pensar— son las «emociones precognitivas».

[25]​ Según las neurociencias contemporáneas,[26]​ la amígdala prepara una reacción emocional ansiosa e impulsiva, pero otra parte del cerebro se encarga de elaborar una respuesta más adecuada.

[28]​ Con los cambios emocionales fuertes, es frecuente decir que «no podemos pensar bien» y permite explicar por qué la tensión emocional prolongada puede obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad de aprendizaje.

Aunque por lo general solo percibimos nuestras emociones en momentos de desbordamiento, lo cierto es que las tenemos constantemente.

Sin ser un caso de desbordamiento emocional, el miedo que siente a ser atropellado genera la necesidad de buscar alternativas seguras para cruzar la calle, usar su capa racional para interpretar los símbolos dispuestos para este propósito es la opción más segura, la razón nos proporciona el cómo.

Citando numerosos estudios, Goleman concluye que el coeficiente intelectual no es un buen predictor del desempeño exitoso.

Para este autor, todas las respuestas emocionales son positivas siempre que sus consecuencias lo sean.

[40]​ Daniel Goleman defiende que el autocontrol emocional no es equivalente a la represión de los sentimientos.

Por lo tanto, algunos expertos creen que el término de la inteligencia emocional confunde conceptos y definiciones aceptadas.

Grant afirma que una IE bien desarrollada no solo es una herramienta fundamental para el cumplimiento de metas, sino que tiene un lado oscuro como un arma para manipular a los demás robándoles su capacidad de razonar.

[48]​ Landy afirma que los pocos estudios de validez incremental realizados en la IE han demostrado que añade poco o nada a la explicación o predicción de algunos resultados comunes (principalmente éxitos académicos y laborales).

[49]​ En concreto, parece haber dos dimensiones del "Big Five" que se destacan como las más relacionadas con el autorreporte de la IE: neuroticismo y extraversión.

Intuitivamente, las personas que puntúan alto en neuroticismo tienden a baja calificación en los autorreportes de IE.

[50]​ Las habilidades socioemocionales (HSE) se refieren al conjunto de competencias necesarias para gestionar las emociones, establecer relaciones saludables y tomar decisiones responsables.

La UNESCO propone que la educación se organice en torno a principios de cooperación, solidaridad e inclusión, destacando la importancia de entornos educativos que fomenten el bienestar individual y colectivo.

Imagen esquemática del cerebro
Imagen anatómica del cerebro
Vandalismos en forma de pintadas