Durante los comienzos de la expansión musulmana se crearon guarniciones (fustat, del término árabe para un campamento) en los territorios conquistados.
La guarnición se financiaba de los impuestos del distrito conquistado, siendo los amsar para algunos autores un concepto más fiscal que urbanístico.
[5] Las ubicaciones eran normalmente elegidas buscando una comunicación segura con Arabia, siendo un criterio típico el evitar tener que cruzar cursos de agua.
[8] Más que mantener su propósito original bajo los primeros califas como base militar, muchos amṣār evolucionaron en las épocas siguientes a centros administrativos y urbanos.
Así, desde con la dinastía Omeya se ven cambios como la aparición de mercados permanentes cubiertos (zocos),[15] y un mayor papel estatal.
[24] El mismo modelo fue usado en África y Fustat fue construida en 641 por Amr ibn al-As como base musulmana en Egipto a finales del reinado de Omar.
[28] Sin embargo, a nivel estratégico tanto Fustat como Kufa y Basora fueron pensadas para tener buena comunicación con Arabia desde las nuevas conquistas.
En Siria, Majdal Anjar,[3][31] Ayla,[32][29] Ramla[29] y el asentamiento musulmán en Tiberíades (Tabariyah)[29] a veces se mencionan como amsar aunque su papel fue muy diferente a otros amsar dada la supervivencia y éxito de los núcleos urbanos preexistentes de época bizantina o anterior.
Trípoli y Tánger son también a veces considerados amsar al actuar como guarniciones musulmanas en el norte de África.