Desde febrero de 2019, el alto representante es el español Miguel Ángel Moratinos.
El programa propuesto tiene como puntos fundamentales la cooperación antiterrorista, la corrección de desigualdades económicas y el diálogo cultural.
[10] Se han institucionalizado las reuniones del Grupo de Amigos, que se reúne a nivel Ministerial dos veces al año (septiembre en la Asamblea General de Naciones Unidas y en el Foro); dos o tres veces a nivel de Representantes Permanentes en Nueva York; y al menos dos veces a nivel de Puntos Focales nacionales.
En este momento, además de la ONU, son ochenta los países que han dado su apoyo a esta iniciativa de los que únicamente once aportan fondos a la misma.
Destacan las ofertas efectuadas por la reina Noor de Jordania y la jequesa qatarí Mozah bint Nasser al Missned; cada una se comprometió a aportar cien millones de dólares para los diversos proyectos que se inicien al amparo de esta organización.
[12] Destacó la presencia del presidente de los Estados Unidos Barack Obama al cóctel previo a la cena[13] ofrecida por el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan, a los jefes de las delegaciones participantes en el Foro.
Henry Kamen, historiador británico y profesor en distintas universidades de España, Gran Bretaña y Estados Unidos, así como en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas afirmó que la Alianza de Civilizaciones era inútil o incluso una farsa puesto que una alianza necesita compartir una serie de conceptos en común, algo que, en su opinión, no sucede entre los occidentales liberales y el mundo islámico.
Como rechazo del concepto, José María Aznar (presidente del gobierno español anterior a José Luis Rodríguez Zapatero), lo parafrasea, abogando por la alternativa planteada unos meses antes por GEES: La Alianza de los civilizados, argumentando que la civilización es una, con distintas expresiones culturales, con diferentes experiencias históricas, bajo diversas creencias y raíces religiosas.
El presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan recibieron el premio de mano del Cardenal Arzobispo Theodore McCarric.