Albergues de carretera

Ya un año antes, el marqués de la Vega-Inclán planteó la necesidad de construir «pequeños hoteles o paradores de cierto confort [...] para pequeñas poblaciones, para carreteras y para montaña», después de decir que «... el automovilismo, en evidente progresión, hará frecuente el tránsito por nuestras carreteras, y no bastará que los 7.000 km que construye el Circuito Nacional, al que pertenezco, estén más o menos terminados».

Las bases propuestas por el Patronato serían: economía de medios, sencillez de materiales y construcción, debía ser válido el proyecto para todas las ubicaciones (o con pequeñas variaciones para adaptarlos a cada terreno), tendrían que contar con un salón, un comedor, un mínimo de cuatro habitaciones (dos dobles y dos individuales), baño, garajes, taller con surtidor de gasolina, y que por su aspecto y elementos fuesen rápidamente identificables por los viajeros.

Estas recomendaciones fueron incluidas en la base del concurso como condiciones, en donde el PNT las analizaría junto a los principales itinerarios turísticos por carretera en cada provincia según la distancia recorrida y el tiempo dedicado con 40 km/h de media.

Estos edificios no poseían estructura pues estaban resueltos con muros de carga perpendiculares a la carretera sin elementos de hierro que descargaran el peso del edificio.

La experiencia del viaje en tren expreso se había sacado a la carretera.

Pudieron conseguir edificios de fácil y rápida ejecución para adaptarse a los distintos emplazamientos.

Además era la primera vez que en España se planteaba la inclusión de la naturaleza en el edificio como un elemento compositivo con la relación del interior con el exterior desde la terraza hasta la transición mediante un jardín con el campo.

Carlos Arniches y Martín Domínguez basaron el proyecto en un artículo que publicaron en su sección del periódico El Sol en 1927, titulado «Refugio automovilista».

La mayoría de los albergues construidos por Carlos Arniches y Martín Domínguez siguen en pie, aunque tan solo uno con la disposición original dada por ellos.

Al mismo tiempo los que estaban deteriorados por usos propios de una guerra tales como hospital o cuartel fueron restaurados.

Una vez finalizados estos, los Albergues que se construirían a partir de ese momento no estarían sujetos al proyecto original de Arniches y Domínquez sino a proyectos específicos según el lugar donde fuesen construidos trabajando cada proyecto de manera independiente, todo al mismo tiempo que se ampliaban los anteriores.

El nuevo edificio del albergue de Bailén se inauguró con cuatro estrellas, teniendo piscina, jardines, un gran comedor, un gran salón con bar, terraza y unas habitaciones amplias tanto en el dormitorio como en su cuarto de baño.

En el archipiélago canario no existió ningún Albergue de Carretera, dadas las distancias existentes.

En el archipiélago balear nunca hasta el momento ha habido un establecimiento de la Red Estatal.

Concurso de anteproyectos de 1928. Planta baja de la solución "A" para Refugio de Automovilistas. Detalle.
Concurso de anteproyectos de 1928.Planta alta de la solución "A" para Refugio de Automovilistas. Detalle.
Plano del proyecto ganador que se llevó a cabo en distintos puntos de la geografía española
Alzados de un Albergue de Carretera, el proyecto original disponía el comedor a la izquierda, aunque en algunos lugares se construyeran en plano de espejo, dejando el comedor y pérgola a la derecha y el taller a la izquierda.
Mobiliario, diseñado por Martín Domínguez.
Albergue de Carretera de Manzanares (Ciudad Real), actual parador.
Albergue de Carretera de Manzanares (Ciudad Real), actual parador.
El albergue de Quintanar de la Orden en mayo de 2016
Albergue de Tordesillas recién inaugurado. Ca. 1959.
Albergue de Villacastín. El único en edificio histórico, fue inaugurado personalmente en 1961 por el general Franco. Comedor principal. Años 60.
Vestíbulo del Albergue de Ribadeo en la actualidad como Parador.
Albergue de Ribadeo, actualmente Parador. Comedor con bufé de desayunos en 2016.
Curioso ejemplar de miniatura a escala para montar y pintar fabricado por la casa "Montecito" de Madrid.