Ad beatissimi apostolorum
), insistiendo en que si los propios derechos han sido violados, existen otros procedimientos para de arreglar y corregir esa situación.Ante ese olvido ha desaparecido la fraternidad en las relaciones entre los hombres, y se ha perdido todo respeto por la autoridad de los que gobiernan; ha desaparecido así el doble vínculo que da cohesión a la sociedad: la unión de los miembros entre sí, y de ellos con los que gobiernan.No considera necesario repetir ahora los argumentos que muestran los absurdo del socialismo, pues esto ya lo hizo espléndidamente León XIII; sin embargo, sí ve preciso señalar una vez más que "la raíz de todos los males es la concupiscencia" (I Tim.Señal el papa la necesaria cooperación del clero para sacar adelante estos objetivos, y pide que no se olviden y sean cuidadosamente observadas las enseñanzas y orientaciones que sus antecesores han dado sobre los sacerdotes, y especialmente la Exhortación ad clerum[4] de San Pío X, en este sentido Benedicto XIV quiere recordar a los sacerdotes la necesidad de estar estrechamente unido a su propio obispo, pues "El Espíritu Santo ha constituido a los Obispos para que gobiernen la Iglesia de Dios".Con una oración por la paz, e impartiendo la bendición apostólica concluye la encíclica.