Paterno iam diu

En este sentido escribió las siguientes encíclicas: El papa comienza explicando los votos que ha hecho pidiendo por el final de la Gran Guerra Sin embargo estas expectativas no se han producido; y las noticias que le llegan muestra la escasez de alimentos y ropa en las regiones más pobladas; una carencia que sufren especialmente los más débiles y entre ellos los niños.

El papa ha visto aliviado su pesar al saber de las asociaciones que se han constituido con el objetivo de "salvar a los niños", y no puede dejar de apoyar esas iniciativas, pues considera que es un primer deber mostrar ternura hacia los niños, imitando así a Cristo Redentor que manifestó siempre un espacial cariño hacia ellos.

Ante la proximidad de la Navidad, el Papa dirige su pensamiento a esos niños infelices, especialmente de Centroeuropa, en los que se refleja la imagen del Niño Dios.

Para la mayor eficacia de esas colectas pide que, además, de dinero, se ofrezcan ropa y alimentos; de modo que se distribuyan entre los países necesitados, haciendo llevar esas ofrendas a los lugares que se han convenido.

El papa hace notar expresamente que, aunque la petición se dirige de modo directo a los católicos, confía que obtenga también respuesta en otras personas de buena voluntad.