Tuvo el mando directo del primer ejército serbio en la batalla de Kolubara.
[1] Mišić pasó una dura infancia de pastor, que marcaron su carácter: era obstinado y tenía muy mal genio.
[2] Favorito del rey Milan I de Serbia, fue su edecán y lo acompañó en los viajes al extranjero.
[2] Al contrario que con este, Mišić mantuvo tensas relaciones con otros importantes mandos militares, debido principalmente a su temperamento iracundo.
[2] Su desempeño en las guerras balcánicas le permitió ascender a general, pero en 1913 se lo devolvió al retiro.