Además de producir armas para el ejército austrohúngaro, Škoda amplió su rubro y también fabricó locomotoras, aviones, barcos, máquinas-herramientas, turbinas de vapor y equipos para empresas eléctricas.
Para entonces, Škoda tenía mayorías en varias empresas en las tierras checas y en el extranjero que no estaban involucradas en la fabricación de armas.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Škoda produjo tanques LT-35, más conocidos por su denominación alemana, Panzer 35(t).
Algunas fábricas en Eslovaquia también fueron escindidas y otras plantas produjeron equipos para la industria alimentaria.
La fábrica se concentró en los mercados de la Unión Soviética y el Bloque del Este.
La empresa produjo una amplia gama de maquinaria pesada, como reactores nucleares y locomotoras.
Su sucesor, el Škoda 14 Tr, fabricado entre 1982 y 1997, todavía se utiliza ampliamente, por ejemplo, en los estados postsoviéticos.
En 1978 la empresa pasó a formar parte del grupo empresarial estatal («koncern») Škoda.
La mala gestión y el desmantelamiento de activos llevaron al colapso.
Tras el cambio en el clima político en 1989, Škoda inició un proceso de privatización y aprovechó el tiempo para desarrollar un programa de producción óptimo, establecer nuevos contactos comerciales y buscar mercados diferentes a los que hasta entonces habían sido sus mercados prioritarios, los países comunistas.
La firma alemana Volkswagen fue escogida; esta adquirió inicialmente una participación del 30 %, que aumentó al 100% en 1999.
En 2003, el gobierno checo vendió su participación del 49% al Grupo Appian por 350 millones de coronas checas[1](en 2020, equivalente a 14,78 millones de dólares) más tarde ese año, el Grupo Appian adquirió el resto de su participación en una liquidación del propietario anterior.
[6][7] En aquel momento, Škoda se centraba exclusivamente en el sector del transporte.