Úlcera péptica
La úlcera péptica puede aparecer tanto en mujeres como en hombres desde la infancia hasta una edad avanzada.La causa de la úlcera es un desequilibrio entre los factores agresivos para la mucosa gastroduodenal y los defensivos.Las úlceras pépticas no son causadas por ningún tipo de alimentos picantes o muy condimentados, pero sí son exacerbadas por ellos cuando ya están formadas, lo mismo ocurre con el estrés, no es factor etiológico (causante), pero sí predisponente y agravante.La primera es igual de frecuente en ambos sexos, mientras que la segunda se da en mayor proporción en los varones.[1][2] El síntoma más característico es la existencia de dolor que se localiza en la zona central y superior del abdomen (epigastrio).A veces pasa inadvertida para el paciente y produce una anemia que progresa en el plazo de días o semanas.[2] Es una grave complicación que se produce cuando la úlcera atraviesa totalmente la pared del estómago o duodeno.Cuando existe una úlcera péptica situada cerca del píloro, puede ocurrir que los fenómenos de inflamación y cicatrización reiterados originen una obstrucción en esta estrecha zona.Ello ocasiona que el contenido del estómago tenga dificultad en seguir su camino natural hacia el duodeno y el intestino delgado para continuar la digestión.Cuando esto ocurre, el dolor cambia sus características clásicas, se hace más intenso y permanente.Gracias al mismo cualquier posible úlcera se ve más claramente en la radiografía.Afortunadamente, luego de los descubrimientos a finales del siglo XX sobre sus causas estos tratamientos quedaron en el pasado.Se recomienda administrarlos unas horas antes de la medicación o por la mañana en pacientes plurimedicados a lo largo del día Son más efectivos que los antagonitas H2 (cimetidina, ranitidina y análogos).Actúan bloqueando los receptores H2 para la histamina e inhibiendo la secreción ácida, lo que facilita la cicatrización de las úlceras.Dentro de este grupo se incluyen la ranitidina, famotidina, cimetidina, nizatidina y roxatidina.En la actualidad, la forma más eficaz de tratar el problema consiste en administrar durante dos semanas lo que se conoce como terapia triple.