También viajó a la Unión Soviética, cuyos recuerdos plasmó en La nueva Rusia y La senda roja.
Aunque este decidió anular dichos nombramientos la relación entre ambos políticos, el hecho se envenenó hasta el punto de que Largo Caballero llega a acusarle en sus memorias de ser un "agente comunista".
Desde su exilio en Estados Unidos escribiría artículos en The Nation defendiendo la causa republicana en contra del régimen franquista.
[9] Durante el exilio en Estados Unidos y México se agudizó su radicalismo, por lo que fue expulsado del PSOE.
[12] A título individual, su importante papel internacional como ministro de Estado durante la guerra civil española no fue recuperado hasta 2016, ochenta años después de los acontecimientos, en la obra del historiador David Jorge.