Homo floresiensis

[1]​ Descubierta en 2004, se pensó inicialmente que había habitado hasta hace 12 000 años en la isla de Flores en Indonesia.

[5]​ La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido», donde animales arcaicos, extintos hace tiempo en el resto del mundo, habían evolucionado a formas gigantes y enanas por especiación alopátrica.

Los descubridores, liderados por Mike Morwood y Raden Soejono, apodaron con fines publicitarios «hobbits» a los miembros de la diminuta especie, como la raza ficticia de gente pequeña del legendarium del autor británico J. R. R.

Estas semejanzas observadas forman la base para el establecimiento de la relación filogenética sugerida.

Sin embargo, hay que tener en consideración que no se han encontrado en la isla restos correspondientes a H. erectus, y mucho menos formas de transición; hasta el momento, se han encontrado solamente pruebas materiales (herramientas de piedra), atribuible solo presuntamente a una posible ocupación por H. erectus hace 840 000 años; no se descarta tampoco que sean atribuibles a otra posible especie de homínido existente en esa época.

Su cerebro está reducido considerablemente respecto al del presunto antecesor inmediato de esta especie, H. erectus, que con 980 cm³ tenía más del doble de volumen cerebral que su especie descendiente.

Sus cerebros, a pesar de tener dimensiones diferentes, tienen una forma similar, concretamente tienen parecidos en los lóbulos frontales y temporales, que tienen una estrecha relación con las habilidades cognitivas avanzadas.

Algunas de estas herramientas fueron aparentemente usadas en la caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local por esta pequeña especie humana.

Igualmente en otro yacimiento llamado Mata Menge, el investigador Adam Brumm y sus colaboradores detectaron que las herramientas encontradas tienen importantes similitudes con las halladas en Liang Bua; presentando las herramientas de Mata Menge una datación que arroja la asombrosa fecha de «entre 840 000 y 700 000 años».

[9]​ Estas fechas, indican que Homo sapiens no pudo fabricar las herramientas descubiertas en Mata Menge, y con ello probablemente también las de Liang Bua; ya que la especie Homo sapiens no existía en esa época.

Inicialmente se estimó que esta especie ha sobrevivido en la isla de Flores tan recientemente como hasta hace 12 000 años.

También desaparecieron por esa época la megafauna de la isla, como un proboscídeo Stegodon y la cigüeña gigante, Leptoptilos robustus.

Desde el siglo XIX, cuando empezaron a descubrirse los primeros neandertales, no se habían descubierto otros homínidos coetáneos de Homo sapiens.

H. floresiensis es tan diferente en forma a otros miembros del género Homo que obliga al reconocimiento de una posible nueva e inimaginable variabilidad en ese grupo, y reafirma una tendencia intelectual lejana a la idea de la evolución lineal.

Ahora la criptozoología, el estudio de tales criaturas fabulosas, puede volver del frío».

A pesar de esto, algunas investigaciones[15]​[16]​ sobre los pequeños hombres de Flores aducirían argumentos fuertes sobre la no pertenencia a una especie extinta desconocida hasta el momento, sino que tienen todas las características del moderno Homo sapiens.

Sin embargo, la existencia de otros hallazgos en Liang Bua, que incluyen otra diminuta mandíbula LB6 perteneciente a un adulto,[5]​ de hace 15 000 años, y los huesos del brazo derecho perteneciente al ejemplar original (conocido como LB1), estarían confirmando la presencia de una duradera población enanizada desde hace unos 74 000 años a hasta hace unos 12 000 años, que convivió con los seres humanos modernos.

Más aún, Teuku (y algunos otros científicos indonesios) sostiene que los australianos no actuaron éticamente al no publicar los hallazgos conjuntamente con los indonesios (a pesar de que los restos fueron hallados conjuntamente).

[18]​[19]​ El profesor Teuku Jacob que, como se dijo, no participó en el descubrimiento original y ha adoptado una postura enérgica y controvertida sobre la interpretación de los restos (aunque no más controvertida que la que tomaron los científicos australianos al bautizar y publicar los hallazgos sin discutir el asunto con Indonesia), ha tomado prestados (aparentemente sin permiso) la mayoría de los restos para sus propias investigaciones.

[26]​ Teuku afirmó que los daños ocurrieron durante el transporte entre Yogyakarta y Yakarta.

También según últimos estudios se descubrió[30]​ que el hombro de H. floresiensis era primitivo; H. floresiensis no tenía la configuración humana moderna del hombro, pues su clavícula era relativamente más corta y la escápula alargada; con estrías osteoarticulares que lo hacen más emparentado con el de Homo erectus que con el de Homo sapiens.

[35]​ Así, las proporciones de las extremidades inferiores mezclan morfologías, con un diseño primitivo que podría ser anterior a Homo erectus.

Lo cual añadiría cambios que obligarían a rehacer el paradigma clásico de la evolución humana.

[39]​ H. floresiensis fue descrito por primera vez en dos artículos publicados en la revista Nature, un año después de su descubrimiento:

Reconstrucción facial forense del LB1 de la especie Homo floresiensis .
Espécimen LB1 completo en exhibición
Yacimiento de Liang Bua , Indonesia.