Se conoce por especiación alopátrica o especiación alopátrida a la especiación causada básicamente por la presencia de una barrera geográfica (por ejemplo, una nueva cadena montañosa, continentes que se separan por tectónica de placas, una corriente de agua dulce que separa regiones costeras marinas) que impide el flujo genético entre poblaciones.[1] Durante mucho tiempo se consideró este esquema como el mecanismo de especiación más importante.Este fenómeno es particularmente importante cuando la población aislada es pequeña, debido a la deriva genética (por ejemplo, al efecto fundador), o si la población se aísla en un ambiente que le provoca nuevas demandas.[1] Durante mucho tiempo se consideró este esquema como el mecanismo de especiación más importante.[4] Este es el caso del ánade real (Anas platyrhynchos); cuando fue introducido en Nueva Zelanda se cruzó libremente con la especie nativa Anas superciliosa, que había sido clasificada como una especie separada; y sigue la controversia sobre si su estatus específico debe cambiarse.Aunque para muchos no existe una diferencia clara entre especiación vicariante y peripátrica, los defensores de esta última, afirman que la constitución de una pequeña población implica la posibilidad de fluctuaciones bruscas en las frecuencias génicas (deriva genética al azar), que creen nuevos arreglos en función del acervo genético disponible y las presiones selectivas (selección natural) que conduzcan o direccionen el proceso.El concepto se aplica a los taxones, comúnmente a nivel de género, subfamilia y familia, que tras sufrir aislamiento o confinamiento geográfico han evolucionado independientemente, pero conservando su categoría sistemática.En estos casos, siempre se infiere una pretérita distribución amplia de un grupo que actualmente está presente solo en una pequeña o restringida área geográfica, básicamente como un ente biológico "testigo".