Libido
[2] No obstante, existen definiciones más técnicas del concepto, como las encontradas en las obras de Sigmund Freud y Carl Gustav Jung que hacen referencia a la fuerza o energía psíquica.La mente es un sistema cuyo equilibrio resulta del conflicto entre tendencias o instancias opuestas: se trata de fuerzas o pulsiones (‘energía psíquica profunda que orienta el comportamiento hacia un fin y se descarga al conseguirlo’).En desacuerdo con el carácter eminentemente sexual enfatizó una energía vital amplia e indiferenciada, se trataría de una «energía psíquica indiferenciada», el «élan vital de Bergson», no atada a un sustrato biologicista (Freud).Así, la pérdida de interés en una persona genera que la energía psíquica antes invertida en esa área cambie a una nueva, o que se produzca un intercambio energético entre la actividad consciente de vigilia y la onírica inconsciente al dormir.[17] La libido se rige principalmente por la actividad en la vía mesolímbica de la dopamina (área tegmental ventral y núcleo accumbens).[18] En consecuencia, la dopamina y las aminas traza relacionadas (principalmente la fenetilamina)[19] que modulan la neurotransmisión dopaminérgica desempeñan un papel fundamental en la regulación de la libido.[18] Otros neurotransmisores, neuropéptidos y hormonas sexuales que afectan al deseo sexual modulando la actividad en esta vía o actuando sobre ella son: Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra debe pronunciarse como llana (li bi do) y no como esdrújula (lí bido) porque deriva del latín libído, con i: larga.