Mancomunidad de Naciones

Su principal objetivo es la cooperación internacional en el ámbito político y económico, y desde 1950 la pertenencia a ella no implica sumisión alguna a la Corona británica, aunque se respeta la figura del monarca del Reino Unido.Sin embargo, el adjetivo «británico» se sigue utilizando con frecuencia para diferenciarla de otras mancomunidades existentes a nivel internacional.Hacia el interior la administra una Secretaría General con sede en la ciudad de Londres que, en la actualidad, ocupa el indio Kamalesh Sharma.Para evitar una crisis política que derivara en algo similar a la pérdida de las Trece Colonias el siglo anterior, el Reino Unido aceptó las condiciones de sus colonos el 1 de julio de 1867 con el surgimiento de la Confederación canadiense, cuyo nuevo sistema político consistía en un Dominio mediante el cual, la confederación podía gobernarse a sí misma, en lo que se refería a su política interior, salvo que sus leyes seguirían estando sujetas a la supervisión del Parlamento del Reino Unido y un eventual veto del Monarca británico; es decir, permanecían unidas bajo la corona al Imperio británico, pero su gobierno interno estaba bajo la responsabilidad de los ciudadanos nacidos en el país.[3]​ En 1884, durante su visita a Australia, el primer ministro Archibald Primrose describió el cambio del Imperio británico, ya que alguna de sus colonias se hicieron más independientes, como una «comunidad de naciones».[5]​ El término recibió el reconocimiento imperial legal por primera vez en el Tratado Anglo-Irlandés de 1921, cuando el término «Mancomunidad Británica de Naciones» (en inglés, British Commonwealth of Nations) sustituyó a «Imperio británico» en la redacción del juramento que toman los miembros del Parlamento del Estado Libre de Irlanda.[6]​[7]​ En la Declaración Balfour en la Conferencia Imperial 1926, se estableció que Reino Unido y sus dominios eran «iguales en estatus, en modo alguno subordinado a otro en cualquier aspecto de sus asuntos internos o externos, aunque unidos por la lealtad común a la Corona, y libremente asociados como miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones».Birmania (también conocida como Myanmar, 1948) y Aden (1967) son los únicos estados que eran colonias británicas en el momento de la guerra que no se unieron a la Mancomunidad después de la independencia.Los antiguos protectorados británicos y mandatos que no se convirtieron en miembros de la Mancomunidad son Egipto (independiente en 1922), Irak (1932), Transjordania (1946), la Palestina británica (parte de la cual se convirtió en el estado de Israel en 1948), Sudán (1956), Somalilandia Británica (que se había unido a la antigua Somalia italiana en 1960 para formar Somalia), Kuwait (1961), Baréin (1971), Omán (1971), Catar (1971), y los Emiratos Árabes Unidos (1971).Otros dominios, sin embargo, deseaban convertirse en repúblicas sin cortar sus lazos con Reino Unido.Siguiendo el precedente de la India, otras naciones se convirtieron en repúblicas o en monarquías constitucionales con sus propios monarcas, mientras que algunos países adoptaron el mismo monarca del Reino Unido; pero sus monarquías se desarrollarían de manera diferente y pronto se convirtieron en independientes de la monarquía británica en su totalidad.[9]​ Reino Unido y los dominios anteriores a 1945 se conocieron informalmente como la Vieja Mancomunidad o, más específicamente, como la «Mancomunidad blanca», en referencia a lo que se conocía como los Dominios Blancos.[17]​ El ingreso de Mozambique en el año 1995 desencadenó una polémica a nivel internacional, pues la antigua colonia portuguesa en África no tenía nexo alguno con la comunidad británica y la maniobra fue calificada como una suerte de neoimperialismo cultural y económico en una región afligida por la pobreza.Otro caso similar es el de Ruanda, donde al igual que en los países anteriormente mencionados, se conduce por la derecha, pero esto se debe a que Ruanda fue colonia belga en el pasado y no británica.En 1957 se añadieron Ghana, primera colonia del África subsahariana en independizarse, y Malasia.Así, entraron un total de veinte estados incluyendo a Nigeria, Kenia, Uganda, Jamaica, Barbados, Singapur o Chipre entre otras.En los años 70 y 80 se concluyó el proceso descolonizador británico e ingresaron veintiún naciones de todos los continentes salvo Europa, incluidas Papúa Nueva Guinea, Bangladés, Santa Lucía o Brunéi.En estos Estados el monarca está representado por un gobernador general del país correspondiente.Originalmente, era un estatus que ostentaban unos pocos países recién incorporados, cuya participación estaba condicionada por sus limitados propios recursos financieros.Más recientemente, el nombre se ha cambiado a miembro pendiente de pagos.El estatus fue creado especialmente para Nauru, que tenía una población y un área excepcionalmente pequeñas.
Los primeros ministros de los cinco miembros de la Mancomunidad en la conferencia de 1944. De izquierda a derecha: Mackenzie King , Jan Smuts , Winston Churchill , Peter Fraser y John Curtin .
Rey Carlos III, jefe de la Mancomunidad.
Marlborough House , Londres, sede de la secretaría de la Mancomunidad, su principal institución intergubernamental.
Mapa de la Mancomunidad de Naciones. Los países miembros aparecen resaltados en azul.