John Curtin

Curtin fue elegido Primer Ministro en 1941 como miembro del partido laborista, formando un gobierno en minoría una vez que dos representantes de la oposición liberal cruzaran las líneas partidarias.

Curtin asumió su puesto durante la crítica fase de la Segunda Guerra Mundial en la que Australia se vio directamente amenazada por el Imperio del Japón.

Es considerado como uno de los primeros ministros más importantes en la historia del país.

[2]​ Desde 1911 hasta 1915, Curtin fue empleado como Secretario de Timberworkers' Union, y durante la Primera Guerra Mundial fue un militante anti-conscriptor.

La tensión de este período, lo llevó a beber mucho y regularmente, un vicio que arruinó su carrera.

Disfrutaba de una vida relajada en la Australia Occidental y sus opiniones políticas fueron moderándose gradualmente.

Mientras estuvo en Inglaterra, Menzies perdió el apoyo de su propio partido, obligándolo a renunciar.

Muchos creyeron que con esta medida, el Primer Ministro abandonaba las tradiciones de Australia y su lazo con las islas británicas.

Al poco tiempo dio un discurso histórico en donde marcaba la posibilidad de que Australia pudiera ser invadida por Japón.

La 8.º división fue capturada en su conjunto, un total de 15.385 soldados, aunque el mayor general Bennett logró escapar.

La crítica nacía ya que Curtín se había opuesto a normativas similares durante la Primera Guerra Mundial y en 1939 cuando este proyecto fue presentado por el Gobierno de Menzies.

El estrés causado por la guerra, especialmente la batalla interna dentro del partido Laborista, dañaron mucho la salud de Curtin.

Fue enterrado en Karrakatta, un cementerio en Perth; a su funeral asistieron alrededor de 30 mil personas.

John Curtin en 1908
Retrato oficial de Curtin, obra del italiano Antonio Dattilo Rubbo .