STOL (del inglés de Short Take-Off and Landing, «despegue y aterrizaje cortos»)[1] es el concepto usado en aviación para referirse a capacidades especiales de los aviones para realizar aterrizajes o despegues en distancias cortas, gracias al aprovechamiento directo de las leyes de la inercia.
Las capacidades para un despegue y aterrizaje cortos se caracterizan por un vuelo lento, el peso del aparato y la potencia disponible.
Los aviones con mayor empuje por peso serán capaces de tomar tierra a velocidades más bajas, dejando menos inercia que disipar durante el aterrizaje.
Si el único criterio es el aterrizaje corto o despegue corto, los objetivos a lograr son una alta eficiencia aerodinámica (sustentación/resistencia) y alta eficiencia propulsiva (empuje/peso).
Un STOLport es un aeropuerto construido para aviones con capacidades STOL que suele tener una sola pista de aterrizaje corta.