Compsognathus longipes ("con mandíbula elegante y pies largos") es la única especie conocida del género extinto Compsognathus de dinosaurio terópodo compsognátido, que vivió a finales del período Jurásico Superior, hace 150 millones de años, en el Titoniano, en lo que hoy es Europa.Los paleontólogos han encontrado dos fósiles bien preservados, uno en Alemania en 1850 y el segundo en Francia, casi un siglo después.Aunque no fuera reconocido como tal en el momento de su descubrimiento, Compsognathus es el primer dinosaurio conocido con un esqueleto bastante completo.El cráneo tenía 5 pares de fenestras, aberturas craneales, siendo las más largas las órbitas oculares, donde se encuentran los ojos en el animal vivo.[8] La evidencia de especies relacionadas sugiere que el cuerpo podría haber estado cubierto con estructuras parecidas a plumas.[11] Von Huene había informado sobre escamas adicionales en 1901, en la región abdominal del Compsognathus alemán, pero posteriormente Ostrom refutó esta interpretación.[1] Muchos otros dinosaurios, incluyendo Deinonychus, Oviraptor y Segnosaurus, son ahora conocidos como parientes cercanos de las aves.[20] John Ostrom redescribió la especie a fondo en 1978, haciendo al dinosaurio uno de los terópodos pequeños mejor conocidos hasta la actualidad.[4] El espécimen alemán está en exposición en el Bayerische Staatsammlung für Paläontologie und historische Geologie (Instituto del Estado Bavárico para Paleontología y Geología Histórica), en Múnich, Alemania.[22] En 1983, el Muséum national d'histoire naturelle de París, adquirió el fósil del Compsognathus francés, Michard lo estudió ahí completamente.[21] El colector Heinrich Fischer había etiquetado originalmente un pie parcial, también de Solnhofen, como perteneciente a un Compsognathus.Aunque esta identificación fue rechazada por Wilhelm Barnim Dames en 1884,[23] Friedrich von Huene, sin embargo, en 1925 remitió provisionalmente el espécimen a Compsognathus.[8] Durante muchos años este fue el único miembro conocido; sin embargo, en décadas recientes, los paleontólogos han descubierto varios géneros relacionados.[4] Sin embargo, el fósil descubierto posteriormente en Francia reveló que las manos tenían tres dedos,[38] similares a otros compsognátidos.Bidar supuso que el espécimen francés tuvo dedos palmeados, los cuales se han de haber visto como aletas en vida.[40] Ostrom identificó los restos provenientes de un lagarto del género Bavarisaurus,[41] concluyendo que fue un corredor rápido y ágil debido a su larga cola y a las proporciones de los miembros (según un estudio posterior hecho con simulaciones biomecánicas por Bill Sellers y el paleontólogo Philip Manning llevadas a cabo mediante ordenador en la universidad inglesa de Mánchester y publicado en el boletín Proceedings of the Royal Society, donde aseguran que es el bípedo más rápido hasta ahora conocido, pudiendo alcanzar una velocidad máxima cercana a los 64 km/h).[4] Bavarisaurus está en una sola pieza, indicando que Compsognathus debió haber tragado a su presa entera.Un fósil bien preservado de Sinosauropteryx, un género relacionado con Compsognathus, muestra dos oviductos que contienen dos huevos sin haber sido puestos.Esto puede significar que la cubierta de plumas no era total en este grupo de dinosaurios, aunque una nueva evaluación llevada a cabo por Butler y Upchurch ha puesto en duda la asignación del Juravenator en la misma familia que el compsognato.[43][44] Durante el Jurásico superior, Europa fue un archipiélago seco y tropical en el borde del Mar de Tetis.En las películas, aparecen en El mundo perdido: Parque Jurásico atacando a una niña al inicio, luego durante la expedición en la isla Sorna, el cazador Dieter Stark se encuentra con estos pequeños dinosaurios en la jungla, pero al no poder escapar de un grupo de ellos es atacado y muere despedazado a mordidas.
Siluetas del material holotipo de
Compsognathus longipes
junto al sinónimo
Compsognathus corallestris
.
Esqueleto de
Compsognathus
.
En un principio se creía que el
Compsognathus corallestris
había tenido aletas en las patas delanteras, con las cuales llevaba una vida anfibia. Pero estudios recientes del esqueleto desaprueban esta hipótesis.
Está ilustración de 1903 por
Nopsca
muestra el contenido estomacal del espécimen alemán de
Compsognathus
.