Caliza de Solnhofen

Algunas facies presentan una textura de grano muy fino y adecuada para su uso como placas litográficas, motivo por el que también fueron, desde el siglo XIX, muy demandadas —el nombre del ave primitiva Archaeopteryx lithographica, expresa precisamente esta aplicación de la roca—.

Los fósiles son muy escasos y aparecen dispersos por toda la zona, no habiendo ningún yacimiento delimitado, sólo la intensa actividad minera ha permitido la obtención del elevado número de ejemplares conocido (Malz, 1976).

Durante el Jurásico superior, esta área fue un archipiélago en el margen del mar de Tetis.

Las capas inferiores de agua eran anóxicas, por lo que no estaban pobladas por los habituales depredadores y carroñeros bentónicos, de modo que cualquier organismo que cayera, se deslizara, o fuera arrastrado por las corrientes a estas lagunas desde el mar abierto o desde tierra moría rápidamente y acababa enterrado en un fino fango carbonatado.

A veces, las lagunas se secaban casi completamente, dejando al descubierto los pegajosos fangos de carbonato donde quedaban atrapados insectos e incluso pequeños dinosaurios.

Afloramiento de calizas tableadas de Solnhofen en una cantera (detalle).
Mesolimulus walchi , un xifosuro : ejemplar que conserva la traza de sus últimos pasos antes de fallecer.
Geocoma carinata , un ofiuroideo de Solnhofen.