También se les ha llamado a los dedos de los pies «ortejos», galicismo proveniente de orteil, y este del latín articulus (‘articulación pequeña’).
[1] En español, se derivó la palabra artejo, que significa ‘nudillo’.
[2] A diferencia de lo que sucede con la mano, en el pie, en lugar de usar un nombre diferente para cada dedo, en el ámbito científico es habitual referirse a ellos por el número que ocupan, y empiezan a contarse desde la parte de dentro.
[6] Los huesos de los dedos se llaman «falanges».
La falange proximal de cada dedo se articula con el hueso metatarsiano correspondiente (en los pies) o hueso metacarpiano correspondiente (en las manos).