I Ching

Para el I Ching, la materia es sólo una manifestación pasajera de un principio más profundo.Esta filosofía moral se inspira en la naturaleza y las formas en que ésta procede, de manera que las figuras del I Ching encuentran su correlato en la vida política y se comportan como metáforas de la conducta correcta.En el I Ching se advierte un sistema de numeración binario, a la vez geométrico y aritmético, en el que una línea continua es a la vez todos los números impares, y una quebrada, los pares.En el siglo V a. C., seguidores de Confucio influyeron en la interpretación del I Ching.Aunque, en rigor, la lectura mediante el sistema del yin y el yang (principio femenino y principio masculino) es posible, los estudiosos prefirieron no tenerla en cuenta, para conservar la pureza arcaica del libro.Con el mismo criterio se pueden descartar los comentarios confucianos, pero la autoridad de Confucio es muy fuerte en la cultura china como para pasarlos por alto.A mediados del siglo XVII, el sacerdote jesuita alemán Athanasius Kircher (1602-1680) obtuvo una tabla con los signos del I Ching pero, completamente ignorante de su sentido original, los interpretó como una forma de lenguaje abstracto universal.La relativa difusión de su obra propagó el conocimiento del I Ching en Occidente, pero desde una perspectiva esotérica que distorsionaba su significado.Por tanto, se suele afirmar que esta práctica fue desconocida en Europa hasta hace poco más de un siglo.La versión de Wilhelm presenta el libro en tres grandes secciones, con los textos más antiguos en la primera y reservando la segunda y la tercera para Las diez alas o comentarios de la escuela confuciana.Finalmente, al unir el Chou Í (‘los cambios de Chou’) junto con los textos o tratados que forman Las Diez Alas, es cuando surge el I Ching (o ‘libro de los cambios’) tal y como lo conocemos en la actualidad.La división al azar y el recuento de los tallos era una compleja operación que se reducía a números, los que a su vez representaban líneas quebradas o líneas enteras, según fueran pares o impares.La consulta mediante el uso de monedas chinas adquiere una connotación especial por su simbólica conexión ancestral.Posteriormente, Shao Yung (1011-1077 d. C.) ideó un método por el que se pueden obtener los hexagramas de consulta a base del mismo calendario, denominado Mei Hua Yi Shu.Cada hexagrama es una figura compuesta de seis líneas horizontales apiladas (爻 yáo).Unos pocos se han encontrado en grupos de tres números, pero estos son algo posteriores.Los conjuntos numéricos son en gran medida anteriores a los grupos de líneas discontinuas y continuas, por lo que los eruditos modernos dudan de las atribuciones míticas iniciales del sistema hexagrama (Shaugnessy 1993).Según la leyenda, Fu Xi encontró el ba gua en las escamas de una tortuga.El trigrama tiene asociados toda una variedad de significados, en la tabla se resumen los más usuales.Debemos continuar con las hojas de milenrama o tirando las monedas hasta conseguir dos trigramas, uno sobre otro.
Un caparazón de tortuga oracular con antiguos escritos oraculares chinos inscritos en él.
Los 64 hexagramas del I Ching .
Tres monedas chinas. Las dos primeras de la izquierda están en Yang y la última en Yin. [ 4 ]
Seis monedas chinas.