Bruno Walter

El nombre de familia Schlesinger fue remplazado oficialmente en 1911, cuando tomó ciudadanía austríaca.

En 1896 Walter tomó un puesto en la Ópera de Breslau gracias a Mahler.

Lo invitaron a dirigir a través de Europa, Praga, Londres (Tristán e Isolda y The Wreckers, de Ethel Smyth en el Covent Garden) y en Roma.

Walter terminó su contrato en Múnich en 1922, yendo a Nueva York en 1923, trabajando con la Orquesta Filarmónica de Nueva York en el Carnegie Hall; y en Detroit, Minnesota y Boston.

Cuando Hitler anexionó Austria al III Reich en 1938, Francia le ofreció la ciudadanía, que aceptó.

Las colinas de Beverly Hills fueron su residencia por muchos años, y sus muchos vecinos expatriados incluyeron al escritor alemán Thomas Mann y al compositor Arnold Schönberg.

La mayoría de los oyentes conocen las grabaciones estéreo hechas en sus últimos años, cuando su salud declinaba.

Pero muchos críticos convienen que estas grabaciones no reflejan el arte de Walter en plenitud.

Las últimas grabaciones tienen a veces una cordialidad que contrasta con los registros más intensos y enérgicos de décadas anteriores.

Mahler no vivió para ver ejecutadas Das Lied von der Erde o la novena sinfonía, y Walter se ocupó de estrenar ambas obras.

Walter hizo muchas grabaciones aclamadas de otros grandes compositores como Mozart, Haydn, Beethoven, Schubert, Johann Strauss Jr., y Anton Bruckner, así como de Bach, Wagner, Schumann, Dvorak, Richard Strauss, Chaikovski, Smetana, y otros.

La tumba familiar en 1998.
Caricatura de Bruno Walter.