Actualmente la iglesia sigue abierta al culto y en los antiguos claustros está instalada la Academia de España en Roma.El monasterio sufrió importantes daños en 1849, cuando las tropas francesas atacaron la ciudad para suprimir la Segunda República Romana.Era un lugar de ejecuciones y la tradición cristiana situó aquí el punto donde San Pedro fue crucificado.En el siglo XVI Daniele da Volterra y Giorgio Vasari reformaron las capillas del transepto; en el siglo XVII (1605) se levantó la nueva fachada de la iglesia (costeada por el rey Felipe III de España) y hacia 1640 Gian Lorenzo Bernini construyó la capilla del marqués Marcello Raimondi, obra muy interesante por su marcado carácter escenográfico.[2] Yacen a unos 4 metros por el lado izquierdo del altar cuando se mira y normalmente son cubiertos por una alfombra.En 1989, el Cardenal Tomás Ó Fiaich colocó una nueva placa de mármol con la misma inscripción en el que es aproximadamente el lugar original.
Éxtasis de San Francisco
(1642-1646) de
Baratta
(arquitectura de
Bernini
).