Un librojuego es una obra de ficción impresa que permite al lector participar en la historia tomando decisiones.
Los librojuegos son llamados a veces libros de elegir tu propia aventura (CYOA por sus siglas en inglés) en honor a la influyente serie Elige tu propia aventura publicada originalmente por la editorial estadounidense Bantam Books.
Cada opción mostrada indica un número de página por donde la historia continúa acorde con la acción escogida.
Conceptualmente, los librojuegos pueden verse como estructuras en árbol, donde las páginas estarían representadas por las hojas y las opciones por las ramas.
Los últimos librojuegos editados a día de hoy se comercializan también en versiones para iOS y Android.
Por tanto, la narración no avanza linealmente a lo largo del libro ni sigue los párrafos en orden numérico.
Muchos librojuegos en solitario o de aventuras tienen un único final "exitoso", mientras que el resto son "fracasos".
Muchos librojuegos forman series con un tema, una imagen comercial o un conjunto de reglas en común.
La primera serie de librojuegos propiamente dicha parece haber sido Tracker Books, publicada por Transworld en el Reino Unido entre 1972 y 1980.
Esta serie incluye aventuras en una variedad de géneros como ciencia ficción, misterio y deportes.
Sugarcane Island de Edward Packard fue escrito en 1969 pero no se publicó hasta 1976.
Les seguirían dos librojuegos independientes escritos por Packard, ambos publicados por Lippincott: Deadwood City (1978) y The Third Planet from Altair (1979).
Si bien estos primeros esfuerzos alcanzaron al parecer cierta popularidad entre los lectores, ninguno de ellos (ni el formato del librojuego en general) tenía aún un editor con la fuerza de marketing necesaria para que se hicieran disponibles para un público masivo.
Fue durante este período que Bantam lanzó varias otras series interactivas para capitalizar la popularidad del medio (algunos ejemplos son: Elige tu propia aventura para lectores más jóvenes, La máquina del tiempo y Hazte espía interplanetario).
Otro competidor fuerte fue Ballantine con su serie Find Your Fate (Encuentra tu destino), que presentaba aventuras en los universos de Indiana Jones, James Bond y Doctor Who.
El famoso autor R. L. Stine escribió varios libros para esta línea, incluido The Badlands of Hark, así como para otras series como Wizards, Warriors and You.
Tras seis meses más desarrollando el concepto, se publicó bajo el nombre de The Warlock of Firetop Mountain en 1982.
[30][31] Otra serie notable de librojuegos del Reino Unido es Lobo Solitario, desarrollada por Joe Dever en 1984.
Este es especialmente el caso en Francia (por ejemplo, la serie La Saga du Prêtre Jean ) y en Japón (p. ej.
Por ejemplo, los primeros libros originales en Brasil e Italia parecen haber aparecido en la década de 1990.
[38] Se han lanzado varios librojuegos de aventuras en la República Checa y Rusia.
Al día de hoy, se siguen publicando nuevos libros y series en otros países.
La sexagésima y "perdida" entrega de la serie Fighting Fantasy, Bloodbones, fue finalmente publicada por Wizard en 2006.
En años recientes, el formato puede estar cobrando una nueva vida en las plataformas móviles y de libros electrónicos.
[45] Publicada en la década de 1980, esta serie solo estaba disponible en catalán y castellano.
Heather McElhatton publicó un exitoso librojuego para adultos[46] en 2007, llamado Pretty Little Mistakes: A Do-Over Novel.
Varias aventuras en solitario (como las de Tunnels & Trolls, Dungeons & Dragons y El Ojo Negro) se tradujeron a otros idiomas.
Sin embargo, se siguen publicando nuevos solos hasta el día de hoy.
Con más de 60 títulos, e incluyendo una variedad de spin-offs, la serie popularizó el formato de librojuegos en el Reino Unido y muchos otros países, como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Singapur, Estados Unidos, Portugal, Tanzania, Brasil, España, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Israel, Japón y, tras la caída del comunismo, Europa del este.
Numerosas franquicias, generalmente enfocadas a un público infantil (Gerónimo Stilton, Playmobil...) ofrecieron propuestas en este sentido, aunque también hubo series que surgieron por completo al amparo del nuevo fenómeno, como Escapistas de Ximo Cerdà.