Gebhard Leberecht von Blücher

Blücher, el general más veterano de los que participaron en las guerras napoleónicas, era un hombre belicoso, sumamente inteligente y afecto a la acción directa.

Ascendido a teniente general, fue hecho prisionero tras las batallas de Jena y Auerstaedt.

Blücher juró vengarse y comenzó a hacerlo mediante sus numerosos éxitos en la campaña de Silesia (1813).

Durante esta etapa trabó amistad con el general August Neidhardt von Gneisenau, decisión que contribuyó enormemente a su carrera.

No obstante, la gran batalla que se avecinaba había obligado a conseguir tropas nuevas.

Blücher tenía asimismo muchísimos hombres que componían el tipo de fuerza denominado Landwehr (infantería), pero pobremente vestidos y mal equipados.

Sus principales errores fueron concentrar el ataque de su vanguardia en Ligny, en lugar de atacar al grueso del ejército francés; no haber considerado que el lodo y la lluvia lo harían llegar tarde; y disponer movimientos de tropas por caminos que estaban obstruidos y trabados por los servicios sanitarios que transportaban heridos.

Había conseguido vengar las ofensas inferidas durante su antiguo cautiverio de los franceses.

Blücherstern , la Cruz de Hierro con rayos dorados.
Mapa de la batalla de Waterloo. En negro, las tropas de Blücher.
Blücher en París «tocando el tambor de la victoria» sobre la anatomía de Napoleón (caricatura de George Cruikshank , 1814).