George comenzó su larga carrera con ilustraciones satíricas que atacaban a la familia real y a otros importantes personajes políticos, tal como hacían James Gillray y Thomas Rowlandson.
[cita requerida] Continuó creando caricaturas sociales acerca de la vida británica para populares publicaciones como The Comic Almanack (1835-1853) y Omnibus (1842).
Sus críticas eran imparciales ya que se dirigían a todas las facciones del Parlamento de Londres, si bien en ocasiones fue muy radical y cayó en el racismo al aludir a irlandeses y chinos con viñetas groseras.
La cuestión suscitó mucho debate, pero Cruikshank no obtuvo beneficio de ello.
Coincidiendo con el bicentenario de su nacimiento, se reveló que, a pesar de no haber tenido hijos en sus dos matrimonios, tenía 11 hijos con su asistenta, a quien instaló en una casa cercana.