De acuerdo con el autor, un título alternativo pudo haber sido «Una corta historia sobre todos nosotros durante los últimos 13 000 años».
Sin embargo, el libro no es simplemente una descripción del pasado por lo que el título final terminó siendo una referencia a los medios mediante los cuales las naciones europeas conquistaron poblaciones de otras áreas y mantuvieron su dominio, aun cuando, en muchos casos, estaban en una gran desventaja numérica.
Son considerados por otros investigadores como las tres principales tesis de las que deriva su marco teórico.
Además, en Nueva Guinea no había grandes mamíferos para ser utilizados como animales de labranza.
[2] Este no fue el caso en América y África, pues la mayor extensión en esos continentes son en los ejes verticales (norte-sur).
Trece de los catorce grandes mamíferos domesticados, es decir, todos excepto la llama, habitaban Eurasia.
Así mismo, cuatro de los más importantes, como las cabras, ovejas, cerdos y bovinos confluían en Asia Occidental, resultando más obvio a los ojos la existencia del Creciente Fértil y la aparición de las primeras civilizaciones en esa región.
Así mismo, dentro de Eurasia hay otros factores por el cual occidente finalmente aventajó a otras civilizaciones como las semíticas (Creciente Fértil) China e India.
[2] Sin embargo, una hipótesis derivada sería encontrar una mayor diversidad lingüística en aquellos continentes con el eje norte-sur más grande, siendo esto comprobado estadísticamente en un estudio del PNAS durante el año 2012.
[3] Para autores como Niall Ferguson o Samuel P. Huntington, el dominio occidental se debe no solo al factor geográfico sino también a ideologías propias derivadas de la ilustración como la democracia, la ética laboral, la ciencia y el consumismo.