Labranza (agricultura)

La palabra «labrar» deriva del latín laborāre,[1]​ que tenía el significado genérico de trabajar.Arar la tierra varias veces, emparejando para formar superficie de plantación se da en lugares donde las condiciones climáticas no permiten preparar el suelo previamente como temperaturas bajas y lluvias.Los caballos generalmente no son adecuados, aunque razas como el Clydesdale se criaron como animales de tiro.Poco después de 1900, se introdujo el tractor agrícola, que hizo posible la agricultura moderna a gran escala.Además no labrar permite que los cultivos perennes tengan más raíces cerca de la superficie.Las primitivas herramientas fueron construidas toscamente de madera, hueso y piedras con las que se removía un pequeño surco.De esta manera, el área que se podía trabajar y sembrar era muy limitada.Generalmente, la labranza convencional implica más de una operación con corte e inversión del suelo.En tratados de agronomía del siglo XVIII se reflejaba la labranza, por ejemplo para cultivos como el café.Se provoca la aireación del suelo, pero hay menor inversión y mezclado de este.[6]​ Estudios recientes muestran que la labranza mínima o conservacionista no produce necesariamente una mayor productividad en los cultivos,[7]​ pero que bajo ciertas condiciones esta técnica puede incrementar los cultivos y minimizar sus impactos negativos si se combina con la retención de residuos orgánicos y la rotación de cultivos, especialmente en zonas secas o áridas.
Calendario (l'aratura) . Miniatura ( ca. 1000), Cotton ms. Tiberius B. V., f. 3r., Londres , The British Library .
Arando tierras en la Quesera, Quebrada del Toro , Provincia de Salta .
Labranza con ganado gris húngaro
Un agricultor de Kenia sosteniendo tierra labrada