Carlo Maratta

Ingresó como aprendiz en el estudio de Andrea Sacchi, donde permanecería durante 22 años, y todavía después proseguirían su amistad.

Tras un breve regreso a su tierra natal, Maratta volvió a Roma en 1650 y fue presentado por el gobernador de Ancona, el cardenal Albrizio, al papa Alejandro VII, que le encargaría pinturas para iglesias romanas y para la catedral de Siena.

Pintó en 1686 una famosa Asunción de la Virgen para Santa María del Popolo en Roma.

Su labor como fresquista incluye ciclos decorativos en Frascati (la Villa Falconieri) y en Roma (el Palacio Altieri).

Fallecidos Bernini y Pietro da Cortona, Maratta se convirtió en líder de la pintura romana.

Su obra pictórica se singulariza por su aspecto sólido, sobrio y noble, contrapuesto al efectismo un tanto frívolo del barroco decorativo.

Sin embargo, se achaca a Maratta su gusto excesivo por los detalles accesorios, y cierta debilidad en el tratamiento de los paños.

Autorretrato de Carlo Maratta . Museos reales de Bellas Artes de Bélgica .
Tumba de Maratta en la basílica de Santa Maria degli Angeli e dei Martiri , Roma. Fue diseñada por él mismo.